Buscan nueva piel para El Caballito
Hace tres años que el monumento de Carlos IV está oculto a la vista de los capitalinos; restauradores adelantan que está casi listo el dictamen final
En la calle de Tacuba, entre el Museo Nacional de Arte y el Palacio de Minería –en el Centro Histórico– una enorme caja se alza donde debería resaltar el monumento a Carlos IV, una obra de Manuel Tolsá que tiene 214 años de antigüedad y ha estado en distintos puntos de la Ciudad de México.
La obra conocida como El Caballito, fue dañada en septiembre de 2013 por un mal proceso de restauración realizado por la empresa Marina Restauración, cuyo personal aplicó ácido nítrico al monumento provocando corrosión en poco más del 50% de la superficie.
Dicho de otra manera, Carlos IV fue sometido a un proceso de peeling facial con ácido en el cual resultó dañada su epidermis, por lo que un equipo de expertos de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural está en busca de su nueva piel.
No sólo eso, de acuerdo con el restaurador Juan Manuel Rocha, el pedestal también fue afectado por el ácido nítrico -el cual bajó a esa zona por las lluviasimpactando a las placas de mármol, que también tendrán que limpiarse.
La restauradora especialista en metales, Yanín Contreras, explicó a Publimetro durante una visita a la escultura que se han realizado más de 20 estudios y que se trabaja en los últimos detalles del dictamen para tenerlo listo a final de este mes y poder proponer las acciones de intervención a la obra, las cuales estarían iniciando en octubre.
El Caballito está en terapia intensiva desde hace tres años sin que hasta ahora se sepa qué se hará para recuperar su piel; no obstante, desde finales de junio el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tomó la responsabilidad del reto de restaurar esta obra de entre nueve y 13 toneladas de peso.
Contreras aclaró que debido a la seriedad con la que están haciendo las investigaciones, prefieren no apurar los estudios y resultados, pues se deben obtener datos útiles que lleven a la estabilización de este monumento que ha estado en el Zócalo y en el cruce de Reforma y Bucareli.
Al preguntarle sobre el arranque de la intervención, Yanín Contreras atajó que “depende de muchas cosas, porque nosotros entregamos la propuesta, pero necesitamos seguir todo un procedimiento para que nos aprueben las acciones para que bajen los recursos”.
“Nosotros vamos a seguir trabajando, porque hay que seguir viendo experimentación sobre qué materiales vamos a usar. Les podríamos decir qué vamos a hacer, pero necesitamos también averiguar exactamente con qué material”, abundó la restauradora.
Comentó que los resultados que deriven del dictamen serán compartidos con un grupo de asesores internacionales vía teleconferencia para conocer más de la experiencia en otros países; sólo serán dos sesiones y ahí concluirá la asesoría externa.