Hands On: Mafia III
Probamos por varias horas el título de Hangar 13 y 2K. Éstas son nuestras impresiones
Con un título como Mafia III, no sólo se trata de que el juego sea tremendamente divertido, sino que también tiene que ser interesante. Hangar 13 realmente lo entiende y la narrativa de Mafia III es espectacular. No solamente es el montaje; son los diálogos, el realismo, el cuidado que cada cuadro tiene y, por supuesto, la música, que no sólo acompaña los momentos más importantes e impactantes, sino que además los llena de sensaciones que en verdad hacen que se te erice la piel.
Pocas cosas son tan disfrutables como manejar por una ciudad digital en la que las leyes no aplican para ti, mientras que escuchas a los Rolling Stones; o ver una cutscene de una fabulosa historia con la música de Aretha Franklin. El soundtrack de Mafia III es un home run.
La brutalidad en el juego es clave. Desde antes de que comiences a jugar, Hangar 13 pone un aviso en donde aclara que la barbarie presentada en la historia no representan en ningún sentido su opinión. Llama la atención y asumo que esto se refiere específicamente al racismo y la discriminación desatada en Estados Unidos, que desafortunadamente sigue siendo tan actual como lo era en la época del juego, a finales de los 60.
Durante el hands-on probamos dos partes: la primera es el inicio del juego y la segunda te adelanta dentro del mismo, por varias horas. En la primera parte tanto la historia como las misiones son muy lineales. Los problemas por lo general tienen una solución ideal, aunque el juego te ofrezca muchas libertades. Toda esta “introducción” (que en realidad dura unas tres horas) es muy disfrutable ya que va tejiendo la historia mientras que cruza misiones que van saltando en el tiempo.
El primer gran reto viene cuando te tienes que escabullir en una base para encontrar al líder de un grupo. Mientras que alternas entre sigilo, head shots a distancia, tiros a quemarropa, silbidos para distraer a tus enemigos y análisis de tu radar, tendrás la opción de curarte si es que encuentras un kit médico.
Pero en la segunda parte, la libertad es mucho más marcada. Cada misión la puedes abordar de una forma distinta: puedes pedir apoyo, utilizar un sniper o entrar sigilosamente. Es genial porque la variedad de armas y bombas que tienes te permiten tomar varios caminos y créeme, si lanzas una bomba molotov las cosas serán muy distintas a si disparas a lo lejos o decides atacar con contacto.
Una de las cosas que más disfruté fue el entorno y la interacción con el mismo. New Bordeaux luce absolutamente fabuloso y por supuesto, no podría faltar la escena en el icónico Mardi Gras. La iluminación es absolutamente hermosa y mientras los días y las noches pasan, el mundo de Mafia III se siente vivo. Debo decir que sí me encontré con un grupo de personajes que estaban inmóviles en su posición, pero salvo ese caso los demás funcionan de forma genial con el escenario.
En cuanto al doblaje en español, lo probé por algunos niveles y debo decirles que no es malo, pero tampoco es latino. Esto es una cuestión completamente de gustos, pero es una realidad que el doblaje castellano podría molestar a algunos. Aunque personalmente prefiero jugar en inglés, hubiera sido genial tener la opción de escucharlo en español latino.
Lincoln Clay es un gran protagonista, que con todo y su violencia y rabia, quedé fascinada por su historia. Aunque para algunos las misiones podrían ser repetitivas –mientras que pasan de matar a uno y otro–, el demo fue realmente divertido. Saliendo de aquel cuarto dos ideas predominaban en mi cabeza: “los escritores de Hangar 13 son muy buenos” y “ojalá pudiera jugar un poco más”. MAR MEDRANO