Artistas y comunidad hacen de Cholula una Ciudad Mural
Visita esta región del país y conoce cómo el color sensibilizó a esta comunidad de Puebla
La ciudad de Cholula, Puebla enmarca en su interior no sólo bellas iglesias o la mítica pirámide más grande del país —dedicada a Quetzalcóatl— ahora, también combina sus paisajes naturales con un proyecto que sensibiliza a la comunidad y a sus visitantes: Ciudad Mural.
A través de más de 20 murales pintados en las fachadas de las casas de los habitantes en Santa María Xixitla, Comex y el Colectivo Tomate, impulsaron una actividad colaborativa, artistafamilia, en esta región con la finalidad de mostrar parte de su historia en el marco del programa Bien hecho.
La historia comenzó con una convocatoria a creativos y artistas para que plasmaran su arte en esta región de Puebla. Luego de que se recibieran aproximadamente 150 propuestas, 29 fueron las seleccionadas. Cuando el equipo de creativos se completó, el Colectivo Tomate se acercó a la comunidad para exponerles el proyecto y así ampliar el grupo con mira a sensibilizarse sobre las tradiciones y anécdotas de los vecinos. Conocer qué es y cómo ha vivido la persona que vive al lado.
“La idea es buscar generar interacción entre las personas a través de la creación colectiva de murales que narran las historias propias, mostrando su identidad (…) el arte urbano no sólo como apreciación estética sino como una oportunidad de catarsis con la comunidad”, contaron a Publimetro integrantes del Colectivo Tomate.
Por su parte, Gilberto Alcaráz del programa México Bien hecho exaltó las historias bien hechas en distintos formatos. “A partir del color, la comunidad se transforma; cambia la dimensión del lugar. Hay muchas cosas qué crear y modificar de la mano para reflejar valores o documentar historias”, expresó respecto a Ciudad Mural.
Contado por sus habitantes
Ahora, basta con caminar por las calles de Santa María Xixitla para entender el estilo de vida de sus habitantes que, a través de estos impresionantes murales, expresan su lado más sensible y personal.
Durante un recorrido pudimos conocer historias detrás de cada mural, como la de Serafín y su obra Flores y
Cantos que enmarca su casa con flores de cempasúchil y que, mucho tiene que ver con las tradiciones mexicanas.
“Mi papá me enseñó desde pequeño que cada que un vecino muriera debía llevar a sus casas flores y cantos; eso es lo que hago y es lo que se ve en mi fachada”; contó. Ahora, esta acción de Serafín se ha convertido en su sello personal.
En los casi 30 murales, destacan episodios colectivos como el amor eterno a tu pareja, las tradiciones como Día de Muertos o la algarabía de las posadas en México; el mestizaje a la llegada de los españoles; las mascotas, la gastronomía —como el pulque— y actividades que parecen cotidianas pero que definen a las familias que viven dentro de las casas que se han convertido en un lienzo para Ciudad Mural.
Los murales se quedan ahí porque ahora ya son parte de la comunidad.
“El resultado transforma y fortalece los espacios con un sentido de confianza o cultura de paz”, enfatizó Colectivo Tomate.
La creatividad seguirá creciendo
A decir de los organizadores ya se planea un nuevo proyecto enfocado a las mujeres y hecho por ellas para que cuentan las historias con una perspectiva de género.
Además, Ciudad Mural ya prepara la convocatoria en otras regiones del país, como Monterrey.