Llamado a la calma
Raúl Feliz, investigador del CIDE, explicó que es necesario esperar a que el nuevo presidente de Estados Unidos tome sus primeras decisiones de gobierno y manejo de la economía de su país, para medir los efectos reales sobre la economía mexicana.
Aunque reconoció que los escenarios planteados (bajo crecimiento, menos empleos y alza de precios) son factibles aún cuando Donald Trump cumpla todas sus promesas de campaña y decida aplicar impuestos de entre 60 y 90% a las exportaciones mexicanas y a las empresas de origen estadounidense que producen en territorio nacional.
crecimiento de la deuda pública hasta 50% del Producto Interno Bruto (PIB), la dependencia de las exportaciones hacia la Estados Unidos, la falta de empleos formales y la contaminación de los precios por el alza creciente del dólar, registrada en los últimos meses.
Desempleo, alza de precios y créditos caros
momento, la mayor afección por el triunfo de Trump para la economía mexicana es el incremento inusitado del precio del dólar, que subió de 18.75 a 20.55 pesos.
Dicho encarecimiento, dijo, es el mejor termómetro para medir los riesgos que se materializarían si el ahora virtual presidente de la Unión Americana provocaría si cumple sus promesas de campaña de modificar o cancelar la participación de su país en el TLCAN, imponer aranceles a las exportaciones mexicanas o deporta a miles de mexicanos indocumentados.
“Si Trump cumple dichas acciones, el impacto para la economía mexicana sería directo: el PIB crecería menos de 2%, el dólar subiría por arriba de 20 pesos, las exportaciones mexicanas caerían y los precios de productos de origen importado –autos, electrónicos, medicinas, textiles, cómputo, gadgets e insumos– subirían”.