México sin capacidad para dar empleo a deportados de EU
Hay un faltante de dos millones de plazas tan sólo para los que viven en el país, lo que imposibilita dar trabajo a quienes sean repatriados por el gobierno de Trump
Los sectores productivos del país carecen de capacidad para dar empleo a los mexicanos que eventualmente sean deportados por el gobierno de Estados Unidos, como pretende el presidente electo de ese país, Donald Trump.
Raúl Pérez Bedolla, secretario general de la Alianza Campesina del Noroeste (Alcano), advirtió que la repatriación de nuestros compatriotas agravaría los problemas provocados por la falta de trabajo y la delincuencia en México.
Dijo que la economía mexicana no está preparada para recibir y, mucho menos, para dar empleo a los miles de connacionales que sean deportados por el gobierno de Trump, ya que ni siquiera existe la capacidad de abrir las oportunidades laborales suficientes para quienes viven en territorio nacional.
En ese sentido, señaló que durante los primeros cuatro años del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto sólo se han creado dos millones 53 mil 195 empleos, cuando el país requiere -por lo menos- un millón de puestos formales cada año.
Lo anterior significaría que existe un déficit o faltante de casi dos millones de plazas –registradas ante el Seguro Social– para atender la demanda laboral de quienes viven en México. “No nos chupemos el dedo, el país requiere la creación de por lo menos un millón de plazas de empleo por año”.
Falta de estrategias, problema real de México
El diregente de la Alcano advirtió que el problema real no es lo que anuncie o haga Donld Trump, sino que el Estado mexicano carece de las estrategias para dar sustento laboral a los trabajadores.
“El problema está en que el gobierno no tiene los programas para garantizar la manutención de los hijos de los productores, de los obreros, aquellos que estudian y carecen de oportunidades tanto en la industria como en los bienes y servicios; entonces al ser expulsores de mano de obra, lo afectados sólo engrosarán las filas del crimen organizado”, dijo.
Recordó que nuestra frontera con Estados Unidos es una válvula de escape que encuentran los jóvenes al no haber oportunidades, de tal suerte que la imposibilidad de traslado o la deportación agravarán los conflictos sociales y la delincuencia.