Un nuevo y valiente mundo: los atletas genéticamente modificados
Atletas cyber genéticos están dispuestos a dominar el deporte en un futuro. Los expertos dan sus argumentos a favor y en contra de las mejoras genéticas
Los avances tecnológicos y médicos han mejorado las actuaciones de los atletas a través de los tiempos.
Hoy en día, los entrenadores pueden empujar a los atletas de élite a casi su punto de ruptura, sin causar lesiones, analizar sus actuaciones a través de datos informáticos y armarlos de equipos más ligeros y aerodinámicos para afeitar esas vitales fracciones de segundo de sus tiempos.
Pero, mientras la ingeniería genética se convierte en una parte más grande de nuestra sociedad, científicos de todo el mundo están trabajando duramente para entender cómo conducir a los deportistas más allá de los límites naturales de un humano.
De hecho, uno de los beneficios potenciales de la ingeniería genética es aumentar la resistencia. Por ejemplo, los riñones humanos liberan eritropoyetina (EPO) cuando el suministro de oxígeno de la sangre se está agotando. En teoría, genes podrían insertarse para producir más EPO que la habilidad natural de un cuerpo, permitiendo a los atletas correr más rápido, enfrentar más y actuar en su máxima capacidad durante más tiempo.
“Creo que los deportes seguirán esta tendencia y las mejoras genéticas transformarán completamente qué tipos de personas pueden tener éxito”, dijo a Metro Andy Miah, investigador sobre el futuro de la humanidad en la Universidad de Salford, Reino Unido. “¡Es el mayor reto que enfrenta el deporte en el siglo XXI! Sigue nuestro deseo de extender la salud y la vida por el mayor tiempo posible”.
Sin embargo, es probable que la implementación real de tales mejoras para los deportistas implique una serie de cambios difíciles. Los organismos deportivos tendrán que decidir qué disciplinas, en su caso, legalizarán estas mejoras.
“Los temas que van desde la bioética a la nueva legislación deben ser discutidos. Pero podría ser el futuro del deporte”, explicó Martín Avilés, reportero deportivo con sede en México en eleconomista.es.
Añadió: “Creo que por el momento esta situación no debe ser considerada hasta que, en primer lugar, haya una certeza científica de que las modificaciones de ADN no tendrán un impacto a largo plazo”.
También está el tema de si las mejoras genéticas seguirán desmontando el campo de juego en favor de los atletas de las naciones más Daniel James, jefe de laboratorios de ingeniería biomédica y deportiva de la Universidad de Griffith, Australia ricas que ya tienen acceso a mejores instalaciones y entrenamiento. Y como demostraron los Juegos Olímpicos de Río, los países más ricos inevitablemente terminan en la cima del podio.
“Esto es inherentemente injusto”, dijo Bill Cole, experto en psicología deportiva. “Sin embargo, es emocionante ver un verdadero underdog o aquel que es el más débil, elevarse por encima de sus limitaciones para derrotar a un atleta superior, que ha tenido el lujo de lo mejor de todo. Eso es lo que hace que los concursos sean emocionantes.”
Pero los avances tecnológicos y los avances científicos siempre han sido parte del deporte y son estos avances los que no sólo nos llevan a lograr éxitos que antes se consideraban imposibles, sino que también aumentan el placer de los fans al deporte.
“Debemos ser conscientes de que para que la tecnología y la ciencia beneficien plenamente al deporte, se deben cometer muchos errores hasta que estos cambios sean completamente positivos”, concluyó Avilés. “Por ejemplo, el sistema Hawk-Eye en el tenis que ahora también se utiliza en el futbol como una herramienta, no se implementó de la noche a la mañana. Es un proceso largo. Lo mismo sucederá con cualquier nuevo desarrollo para mejorar las actuaciones de los deportistas”.
“La tecnología misma es amoral y como cualquier otra cosa tiene usos positivos y negativos. El deporte, sin embargo, está altamente regulado y creo que esto asegurará que cualquier mejoramiento sólo lo beneficiará”.