ANNE HATHAWAY AGRADECE SER UN MONSTRUO EN LA PANTALLA GRANDE
La protagonista de la peculiar cinta Ella es un monstruo habla del trabajo del director español Nacho Vigalondo; además de los cambios que ha tenido al ser madre
Mucho ha cambiado la vida para Anne Hathaway desde que comenzó su carrera, ahora es madre y observa la vida desde otra perspectiva.
En una entrevista con la actriz estadounidense habló sobre su personaje Gloria en la cinta Ella es un monstruo y su admiración por los directores iberoamericanos.
Cuando filmaste la cinta estabas embarazada, ¿cómo viviste el proceso?
— Sí, yo estaba embarazada, era un proceso nuevo, pero estaba haciendo lo que me gustaba; además, saber que el bebé estaba absorbiendo esa energía de la actuación, me llenó de inspiración. Nacho Vigalondo (director) me dio mucha libertad, en realidad no fui muy problemática.
¿En algún momento te sentiste monstruo?
— Creo que esa parte de sentirse monstruo no es algo físico, sino de repente la sociedad te lleva a actuar como uno. En el filme me gustó esa combinación entre lo absurdo y lo real, de lo oscuro a lo superficial.
Con mi personaje de Gloria me sentí identificada e incluso llegué a pensar: “sería mi mejor amiga”.
¿Te gustan las historias inteligentes?
— Me gustan las historias que muevan a la razón a través de las emociones. Gloria, es una escritora alcohólica que desarrolla un vínculo psicótico con Godzilla, es una audaz sátira social que aborda desde la masculinidad, hasta las consecuencias de la cultura de las redes sociales. Además, me siento atraída por las rarezas, porque es una especie de ciencia ficción y comedia negra.
¿Cómo ha cambiado la visión del mundo ahora que eres madre?
— Defiendo más mi privacidad y quiero que mi familia viva de manera natural la vida, no bajo los reflectores. Soy una mujer que me gusta estar activa, trabajar, pero ya me di cuenta que el trabajo no es todo en la vida.
Mucho se habla de la igualdad en el cine, ¿notas algún cambio?
— Siempre me tocar estar en una reunión de trabajo, y la mayoría siguen siendo hombres. Me gusta saber que cada vez hay mayor comprensión para la labor que desempeñamos en la industria del cine y la televisión. Creo que el mundo se está preparando
para los cambios, sólo tenemos que ser amables -ambos géneros- porque el cambio no será perfecto y habrá decepciones.
Lo que debemos evitar es esa masculinidad tóxica que ataca a las mujeres sin razón, sólo por serlo. Al final, si no construimos un bienestar común, no servirá nada, ni para el hombre ni para la mujer.
¿Cuál es el mayor sentimiento que no puedes controlar?
— Definitivamente el amor. Me encanta cuando las películas presentan la oportunidad de tomar grupos que han sido estigmatizados, grupos que han sido vistos con corazones muy duros, y me encanta ir dentro de ellos para mostrar el lado más humano.
Con el nacimiento de mi hijo, ahora quiero que todos sean tratados con amor y mucha ternura.