Sexting, cuidado con tu intimidad
Tomarte una fotografía sexy o grabar un video erótico para tu pareja es más peligroso de lo que imaginas. Sextear es la nueva tendencia que se ha desatado en las redes sociales y que pone en peligro tu integridad
Sexting proviene de las palabras en inglés sex (sexo) y texting (envió de mensajes por medio de dispositivos móviles). Esta práctica ha cobrado popularidad por el intercambio de fotografías o videos en poses eróticas o desnudos.
De acuerdo con la doctora y especialista en violencia escolar Alba Luz Robles Mendoza, académica de la FES Iztacala de la UNAM, “el sexting se relaciona con deseos de exhibicionismo y afán de reconocimiento por encajar socialmente entre los compañeros. Los adolescentes que lo practican no piden un consejo u orientación sobre lo que están haciendo, –salvo entre ellos mismos–, y no miden las consecuencias de sus actos, exponiendo su integridad física y emocional”.
“A diferencia de los adolescentes, los adultos que practican sexting toman medidas de seguridad como el no exponer su cara o señas particulares, y comprometer al otro a que le envié fotografías o videos con el mismo contenido sexual que está compartiendo”, resaltó la académica.
Además, Robles Mendoza dijo que otro factor importante relacionado con el sexting es la perspectiva de género. El cuerpo femenino tiene una connotación de prohibido y al exponerlo mediante una fotografía o video, se pone en riesgo su identidad e integridad. La joven que practica sexting es una presa fácil de acoso. Aunque crea erróneamente que su fotografía está segura en su dispositivo móvil, hay una serie de cuestiones que podrían salir mal, desde perder el celular hasta que alguien lo vea “accidentalmente”.
Es importante resaltar que, aunque sextear es considerado una práctica voluntaria, cuando hay menores involucrados, puede tener implicaciones legales: pornografía infantil, delitos contra la intimidad, pederastia entre otros, tipificados en el Código Penal Federal.
Finalmente, la experta resalta que el sexting tiene mayor incidencia durante la noche cuando los videos y fotografías se envían desde la intimidad de la recamara, por lo que es fundamental que los padres restrinjan los horarios del uso de dispositivos y vigilen los contenidos que ven los jóvenes sin violar su privacidad.