“Silencio, silencio”, el clamor de rescatistas
“¡Silencio!”, es la palabra que rescatistas han repetido cientos de veces tras horas de maniobras para sacar con vida a una niña atrapada dentro de los escombros del Colegio Enrique Rébsamen. Desde el martes hacen lo posible por recuperar alumnos de este recinto.
Pero de una u otra forma, el silencio no llega. Si no es un helicóptero, es un dron o murmullos los que interrumpen por momentos el trabajo de marinos, Ejército y sociedad civil.
Desde pasadas las 8:00 horas de la mañana de este miércoles hubo indicios de que una niña –cuyo nombre sería Frida Sofía– permanecía viva dentro de los escombros del colegio de la colonia Nueva Oriental Coapa, al sur de la Ciudad de México. Se detectó el movimiento de los dedos de una mano.
Hasta el cierre de esta edición el rescate aún no se lograba. Los elementos de rescate estimaban que fuera en cualquier momento de la noche cuando lo consiguieran, pero nada era seguro.
“Mija, me escuchas”, gritó un rescatista para que su voz traspasara los escombros con el fin de recibir una respuesta. Pidieron silencio, pasó un minuto, y se reanudaron los trabajos.
Por medio de una cámara que detecta el calor corporal, la sonoridad y los movimientos, los brigadistas del Club Rotary International confirmaron a las 14:30 horas que la menor seguía con vida.
Posteriormente, a las 17:53 horas brigadistas de la Marina, de Topos Azteca y del Ejército señalaron que había cuatro menores dentro de los escombros; sin embargo, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, dijo en entrevista que aún no tenían información confirmada.
En tanto, la directora del colegio dibujó un boceto para que los rescatistas ubicaran el lugar donde se suponía estaba la niña y sus compañeros: una mesa de granito que le sirvió de protección.
Y de nuevo los rescatistas pidieron silencio.