Trump: crisis en PR golpea finanzas de Estados Unidos
En su visita a la isla, el presidente no visitó ni una sola de las zonas más devastadas por el huracán María ni compartió expresiones de solidaridad para los damnificados alrededor de Puerto Rico
“Trump: Welcome to Puerto Rico. We are one”. Una enorme pancarta con ese mensaje estaba colocada en la parte posterior de una de las estructuras de la Base Aérea Muñiz de la Guardia Nacional en Carolina. A las 11:41 de la mañana de ayer, el Air Force One aterrizó en la pista de la base y se detuvo frente al hangar principal. La puerta del avión se abrió, con vista hacia la pancarta, y del interior salió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, su primera visita a la isla como mandatario, dos semanas después del paso del huracán María sobre la isla.
El mandatario y su esposa fueron recibidos por el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló y la primera dama, Beatriz Rosselló. Acto seguido, el presidente tuvo una reunión informativa con alcaldes y funcionarios y ofreció un mensaje en un hangar de la base al que la prensa local no tuvo acceso. Tampoco respondió preguntas ni habló sobre cómo, a corto y largo plazo, el gobierno federal apoyará a Puerto Rico en medio de la crisis que atraviesa, cuáles serán los esfuerzos o las estretagias. Tampoco compartió expresiones de solidaridad con los damnificados, aunque sí enfatizó que “gastamos mucho en Puerto Rico”, pero nunca habló de cifras.
“Odio decirlo, Puerto Rico, pero ustedes han sacudido nuestro presupuesto… Porque gastamos mucho dinero en Puerto Rico, pero está bien, hemos salvado muchas vidas”, afirmó. El gobernador Rosselló, sentado a su lado, permaneció callado con una leve sonrisa. Trump continuó.
“Cada muerte es horrible, pero si miramos catástrofes reales como Katrina, y miramos cómo cientos y cientos de personas murieron y vemos lo que pasó aquí con un huracán que nadie nunca había visto algo así, y ¿cuál es su total de muertes?, ¿17? 16 personas versus miles. Usted (al gobernador) debe sentirse muy orgulloso de cómo toda su gente y nuestra gente han trabajado en conjunto, 16 personas versus literalmente miles de personas, ustedes deben estar muy orgullosos”. El gobernador, callado, asintió.
Durante las cinco horas Ricardo Rosselló, gobernador de Puerto Rico. de visita en la isla, Trump no visitó ni una sola de las áreas más devastadas por el huracán María. Su única salida de la base fue a la iglesia de base misionera Calvary Chapel ubicada en el centro comercial Los Jardines en Guaynabo, que ha servido de centro de acopio de artículos para los damnificados, además de repartir comida. Allí, como si se tratara de un juego, el presidente lanzó rollos de papel toalla a las personas y paquetes de arroz. Luego regresó a la base para partir rumbo a Washington D.C. en el Air Force One.
En la mañana, rumbo a Puerto Rico, la comisionada residente en Washington Jennifer González viajó junto a Trump en el Air Force One. “Estamos en el situation room con los demás secretarios del gabinete hablando de las cosas de Puerto Rico […] Varios minutos hablando del asunto de Puerto Rico y el compromiso del envío de ayuda”, dijo González.
“Que el presidente venga personalmente debe ser para nosotros motivo de alegría”,
señaló en entrevista radial (Noti Uno), al tiempo que dijo que pudo hablar con Trump y que el mandatario le expresó que muchas veces la prensa nacional no reseña el trabajo de los hombres y mujeres en el terreno de la emergencia. “Nunca habíamos recibido a
un presidente con su equipo (tan cerca de una emergencia) […] No viene con las manos vacías, ya nos asignaron 40 millones de dólares para carreteras, más el equipo que está llegando a la isla. Esto es una visita sin precedentes”, sostuvo la comisionada residente.
“Quiero agradecerle personalmente porque durante las pasadas semanas, ustedes han llamado prácticamente todos los días para asegurarse de que los recursos estén aquí”