UBICAN 13 EDIFICIOS A DEMOLER
Hay expedientes completados en seis casos y en tres ya empezaron los estudios de campo
Desde este martes el gobierno de la Ciudad de México dio luz verde a la demolición de tres edificios que resultaron dañados tras el sismo magnitud 7.2 del 19 de septiembre.
Se trata del edificio de 10 pisos de Génova 33, en la colonia Juárez; el de San Antonio Abad 122, de ocho pisos, en la colonia Tránsito y el de Concepción Béistegui 1503, de cuatro pisos, en la Narvarte.
En estos inmuebles ya se dio paso a los estudios previos a los trabajos de demolición en los que, aclaró el gobierno capitalino, no se usarán implosiones.
En otros 10 edificios -todos habitacionales- ya se integran los expedientes legales para proceder a su demolición; están ubicados en las delegaciones Cuauhtémoc, Coyoacán, Benito Juárez e Iztapalapa.
Los trabajos de demolición estarán coordinados por la Secretaría de Obras y Servicios del gobierno de la Ciudad de México.
El consejero jurídico del gobierno local, Manuel Granados, indicó que se buscará que los costos corran a cuenta de los propietarios, en los casos que no sea así, pagará la autoridad y los dueños posteriormente tendrán que resarcir el gasto generado.
Estiman proceso de seis meses
El ex director general de Prevención de la Secretaría de Protección Civil capitalina, Óscar Roa, dijo a Publimetro que todo el proceso de demolición podría durar hasta seis meses en algunos casos.
Esto debido a que habrá “retos para determinar propiedad, quién va a pagar, si hay juicio o si los propietarios se oponen a la demolición y se amparan”, explicó.
Sin embargo, subrayó, “si todo se enfoca bien jurídicamente, se puede realizar bajo el precepto de riesgo inminente y la acción del gobierno puede llevarse a cabo sin ningún problema, más allá de que pueda haber un juicio”.
Roa Flores detalló que si no se usan implosiones para demoler, se tendrán que apuntalar estructuras y poco a poco retirar peso de las partes superiores de los inmuebles, “de tal manera que van generando las caídas hacia adentro de los predios”.
Apuntó que se tendrán que evacuar las zonas de los puntos de demolición en un radio de entre 50 y 100 metros, además de interrumpir el servicio de luz o gas natural, si es el caso, para evitar mayores riesgos.
Además “habrá edificios que necesariamente tendrán que empezar con algunas plumas para ir quitando losas, pero son procesos muy complejos. Cada edificio va a tener su estrategia particular”.