MARGARITA ZAVALA INDEPENDIENTE
La decisión de Margarita Zavala de renunciar al Partido Acción Nacional para registrarse como candidata independiente cambió el tablero político de cara a la elección presidencial del próximo año.
Hace poco más de dos años Zavala anunció sus intenciones de competir por la presidencia, a partir de ahí la comunicación con su partido fue muy complicada, casi nula. Ricardo Anaya, además de presidente de su partido, es también aspirante a la Presidencia de la República, aunque siga sin reconocerlo de manera pública.
Este doble mensaje hizo que la comunicación entre ellos fuera prácticamente inexistente. Margarita Zavala pidió diálogo para hablar de los procesos de selección de la candidatura en privado y públicamente. La respuesta siempre fue la misma de Anaya o de su secretario general, Damián Zepeda, diciendo que no eran los tiempos legales para hablar de ello, en un tono casi chocante.
El problema principal de Anaya es ocultar su aspiración, el doble discurso, el querer engañar al resto. Millones de espots en los que ha salido promocionando su imagen, recursos del partido a su disposición, ha comentado de sus intenciones a su equipo cercano, se lo ha dicho a empresarios, sus operadores lo comentan en medios, todos lo saben.
Los presidentes de los partidos tienen control de los mismos, eso pasa en todas las instituciones políticas. Sin embargo, en el PAN nunca un dirigente en funciones había querido ser candidato a la Presidencia al mismo tiempo de su gestión.
Anaya que tanto critica a López Obrador, se ha
convertido en su mejor aprendiz. El propio AMLO le ha dicho aprendiz de la mafia del poder, pero a quien más se parece es al propio López Obrador, anunciando complots, siendo autoritario, sin permitir la crítica al interior, mucho menos hacer autocrítica, con un partido a su disposición, todo poderoso y con la intensión de ser Presidente, ese es hoy Ricardo Anaya, el mejor aprendiz de López Obrador.
Hoy las aspiraciones de Anaya parecen que se esfuman, la salida de Zavala no sólo mueve el tablero electoral, sino que sepulta las aspiraciones del dirigente de Acción Nacional. Estiró tanto la liga que la reventó, su capital político va en picada, su capacidad de negociación es casi nula, sólo se habla con sus compañeritos del Frente, hablan entre sí y entre sí se aplauden.
Sin duda que el camino de Margarita Zavala en la ruta de la candidatura independiente es muy complicado, pero no imposible. Era más improbable tener la candidatura de Acción Nacional con las reglas de Ricardo Anaya, ella perdió su militancia, pero ganó la posibilidad de competir y no depender de nadie, menos de alguien que juega con sus reglas para sólo querer ganar él, ese es Ricardo Anaya.