Cáncer de seno: el enemigo silencioso sin descanso
Lo importante es conocer el cuerpo para estar alerta ante cualquier anomalía en nuestro organismo
El cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer a nivel mundial. De acuerdo con la Organización Americana de Cáncer (American Cancer Society), el cáncer de mama o seno es un padecimiento en el que las células cancerosas del seno se multiplican de manera descontrolada en el tejido mamario y pueden llegar a invadir otros tejidos aledaños hasta propagarse a distintas partes del cuerpo.
La mayoría de los cánceres de seno parten de los conductos de leche y se van moviendo hacia el pezón. Otros se originan en las glándulas que producen leche y otros en los tejidos del seno. Ya que se trata de un cáncer precoz, a menudo los síntomas pasan desapercibidos por lo que es importante realizarse autoexploraciones o chequeos regulares y así obtener un diagnóstico oportuno.
Organizaciones como la Fundación de Cancer de Mama (FUCAM) en México y la Breast Cancer Organization, en Estados Unidos, recomiendan la autoexploración como un paso fundamental para conocer las mamas y advierten que sentir un bulto, presentar enrojecimiento o una secreción extraña que sale del pezón, o bien, algún cambio notorio en el tamaño o forma de la mama, es señal de riesgo de tumor.
Aunque la autoexploración se trata de revisar nuestro cuerpo, es importante no automedicarse ni hacer caso omiso de las señales con la esperanza de que desaparezcan solas, ya que las células malignas no perdonan y se expanden por el organismo.
Muchas veces los cambios hormonales naturales en la mujer influyen en el cuerpo, por lo que puede resultar difícil terminar de entenderlo. Lo mejor es acudir a un especialista para dictaminar el estado de salud de la paciente.
El cáncer puede aparecer en cualquier momento y agravarse de una manera muy rápida.
El diagnóstico consiste en la realización de una biopsia, dicho estudio tiene como objetivo encontrar cualquier anomalía.
Cada cáncer tiene sus propias condiciones y niveles, para determinar la etapa en la que se encuentra, es necesario hacer una exploración física a profundidad del tumor. Esto permite conocer sus dimensiones y tener el mayor cuidado posible para no contaminar el área y tomar la mejor decisión para deshacerlo.
El médico debe realizar un examen físico completo para saber el estado general de salud de la mujer. Esto permitirá conocer el movimiento del cáncer y si se ha propagado a otras zonas del cuerpo como el pulmón, los huesos o los ganglios linfáticos.
De acuerdo con la Sociedad Americana Contra El Cáncer, tan sólo en 2017 se diagnosticaron alrededor de 252 mil 710 nuevos casos de cáncer de seno invasivo en mujeres en Estados Unidos. En América Latina, el cáncer de mama es el cancer más común entre las mujeres, con una incidencia de 152 mil 059 casos anuales.
Aun cuando es más frecuente en mujeres, los hombres también pueden llegar a padecerlo y detectarlo tiende a ser más complicado.
Según datos de la Mayo Clinic, aproximadamente el 1% de los casos de cáncer de mama ocurre en hombres, presentándose de 1 mil 500 a 2 mil casos nuevos en Estados Unidos y 3 mil 500 a 4 mil 500 pacientes en Latinoamérica cada año.
Las mujeres que reciben un tratamiento adecuado y exitoso, tienen cinco años para ser declaradas libres de cáncer. Sin embargo, no se estará cien por ciento curada ya que los especialistas recomiendan ir a revisiones regulares para asegurar que no quede rastro de células cancerosas y, en caso de que se presenten de nuevo, atacar con el tratamiento pertinente.
La autoexploración, la mastografía y la revisión regular con un profesional de la salud son las claves de la prevención.
La recomendación es hacer estas revisiones a partir de los 20 años o de que se tenga el primer periodo y realizarse mastografías a partir de los 40, aunque será el especialista quien dé las indicaciones pertinentes para cada paciente.