Muros verdes, práctica en aumento
La construcción masiva de edificaciones en las grandes ciudades conlleva a una disminución de espacios naturales. Las azoteas y los muros verdes son una opción para lograr un equilibrio entre estos lugares y la naturaleza
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que haya 9 metros cuadrados de área verde por persona; sin embargo, el crecimiento acelerado que están sufriendo las ciudades ha hecho imposible que esta meta se alcance. En la Ciudad de México esta cifra solamente alcanza un metro cuadrado por persona.
La naturación de muros, la cual también se conoce como naturación vertical es una de las soluciones en la que se trabaja desde hace varias décadas es y consiste en colocar en diversos sistemas (de malla, fieltro o de módulos) plantas que le den un aspecto estético a un muro, pero que también sirvan para crear una interacción entre los seres humanos con el ambiente.
El maestro Jorge Blanco, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, explicó que los muros verdes son una alternativa para las ciudades que tienen pocas áreas disponibles para la vegetación. No obstante, se deben realizar investigaciones para conocer cuáles son las plantas más adecuadas para cada lugar, ya que en la Ciudad de México predominan dos periodos de temperatura: la seca y la lluviosa.
Puntualizó que durante el periodo de secas se debe contar con un eficiente sistema de riego en el muro para lograr que las plantas no se mueran y siempre se mantenga verde; en esto estriba el éxito de dicha instalación.
Por lo tanto, la decisión de colocar un muro verde debe estar basada en el conocimiento de las especies, es decir, cuáles toleran más o menos la humedad y la temperatura. También se deben tener en cuenta las condiciones del lugar, por ejemplo, la cantidad de luz o sombra que recibe el muro verde o la exposición que tengan las plantas a la contaminación, entre otros factores.
Por último explicó que una de las características de la naturación es que debe ser coherente, es decir, que mantenga la armonía entre el espacio arquitectónico y el espacio natural. Esto puede lograrse introduciendo especies que sean adecuadas para el clima del lugar en donde se coloca el muro, ya que el uso de especies exóticas en la naturación puede requerir más cuidados y no siempre ser exitosa.