¡EL MUNDO ES UNA TO TO TÓMBOLA, TÓMBOLA!
Hace unos días se conmemoró el Día de la Tartamudez. Ajá, ¿y? Bueno pues, aunque no lo crean, muchos de los grandes de la historia, la cultura, política y en el mismo cine han tenido que padecer mucha discriminación, angustia y frustración en sus vidas al
Así me enteré yo: “El Día Internacional de Concienciación de la Tartamudez, que se conmemora cada 22 de octubre, fue creado en 1998 por la European League of Stuttering Association y busca eliminar la discriminación social hacia la gente que tartamudea y promover oportunidades para que aquéllos logren alcanzar sus objetivos y aspiraciones”. La tartamudez también es llamada disfemia y es “un transtorno de la comunicación que se caracteriza por interrupciones involuntarias del habla, acompañadas por una tensión muscular en cara y cuello”. En pocas discapacidades se ven reunidos tan diversos factores, como en ésta: orgánicos, genéticos, psicológicos y sociales. Y más de 60 millones de personas en el mundo sufren de tartamudez. Y qué tal, los discriminamos y les cargamos calor. Por otro lado pareciera que preferimos no darle mucha importancia. O ignoramos que sí deberían ser atendidos por especialistas. Y está tan poco estudiada la tartamudez en general que NI SIQUIERA SE SABE QUÉ LA PROVOCA.Ojo, no es una ENFERMEDAD, sino una condición médica y aún en pleno siglo XXI, no existe una cura 100% efectiva. Se hace patente entre los 2 y 6 añitos, lo primero que uno piensa es que “el pequeño o pequeña tiene alguna dificultad del lenguaje”. Tal vez parte de que no se haya madurado bien esa zona de su cerebro y que probablemente todo sea cuestión de tiempo. Paciencia por favor, porque sólo un@ de cada 20 niñ@s acaba tartamudeando y muchos de ell@s superan el trastorno en la adolescencia. Pero no vayan a creer que la tartamudez es de nuestros tiempos, qué va, la tartamudez es... ancestral. Empecemos por Grecia y Roma: Aristóteles “aseguraba que la lengua era la causante” y que la bronca era “que la lengua no podía seguir la velocidad con que fluían las ideas”. Esta teoría se mantuvo como cierta hasta el siglo XIX, pa que vean que tampoco había mucho interés en investigar más a profundidad. Con decirle que los cirujanos intentaban corregir la lengua con medios braquiales (dividiendo su raíz, cortándole cuñas, añadiendo prótesis...). No sé por qué pero hasta recordé a Gene Simmons. Otros galenos practicaban el “ensanchamiento de las vías respiratorias y la extirpación de las vegetaciones adenoides y de las amígdalas”. Sigmund Freud y sus seguidores, como buenos contreras”, asociaron la tartamudez a crisis nerviosas y a problemas psíquicos, considerando que reflejaba la puja de los deseos reprimidos por salir al exterior”. En pocas palabras: por andar de calientes. Hoy en día, algunos expertos
“¡¡¡Dame un poco de ti ti ti tiempo!!!”
lema del Día de la Tartamudez 2016.
la asocian “a un exceso de dopamina en el cerebro”, y que “afecta cuatro veces más a los hombres que a las mujeres”. Un doctor llamado Febricus Hildanus, allá por el año 1608, mantenía “que los tartamudos tenían un frenillo en la lengua mucho más gordo de lo normal” así que salvajemente cortaba semejante apéndice. El paciente no mejoraba y ni cómo acusarlo de negligencia médica.
Ahora bien, hay de tartamudos a tartamudos. Y aunque no lo creas hay diferentes formas de tartamudez: repetición de palabras, bloqueos al hablar, alargamiento de sonidos… Tons, ¿quién es el especialista? Como tal no existe pero la suelen tratar logopedas y psicólogos, aunque la neta lo más común es que una persona con tartamudez se ponga en manos, lo mismo de representantes del rigor de la ciencia, que de algún brujo del Mercado de Sonora. Milagros Valera dice que el tratamiento debe ser multidisciplinario, “siempre en función de las necesidades de cada persona”, algo así como traje a la medida y agrega: “ocasionalmente también pueden intervenir el neurólogo y el psiquiatra, este último cuando la persona que padece disfemia no sólo necesita apoyo psicológico sino también medicación”.En la Universidad de Alberta (Canadá) están estudiando las regiones del cerebro responsables de la producción del habla y “se ha detectado en el área de Broca de las personas tartamudas un desarrollo anormal”. Una interpretación de este hallazgo podría ser que esta zona no funciona tan eficientemente en las personas que tartamudean. Sin embargo, se puede ser bizco y andar en pullman... y ahí les va una lista de actores y actrices que ni nos imaginábamos habían cursado con esta condición.Marilyn Monroe era tartamuda, también Julia Roberts, Bruce Willis o Anthony Hopkins. Según se sabe cada uno usó un método diferente para lograr hablar de la forma más fluida posible. Unos lo lograron cantando, otros hablando más bajito, otros hablando más rápido. ¿Más tartamudos famosos? Bueno... el actor James Earl Jones (la voz de
Darth Vader en Star Wars), Nicole Kidman, Marc Anthony, Samuel L. Jackson, Tiger Woods, Shaquille O’Neal, Andrew Lloyd Webber, Jorge Luis Borges. Chiales.