Publimetro Ciudad de Mexico

¡EL MUNDO ES UNA TO TO TÓMBOLA, TÓMBOLA!

Hace unos días se conmemoró el Día de la Tartamudez. Ajá, ¿y? Bueno pues, aunque no lo crean, muchos de los grandes de la historia, la cultura, política y en el mismo cine han tenido que padecer mucha discrimina­ción, angustia y frustració­n en sus vidas al

- FERNANDA TAPIA @TAPIAFERNA­NDA

Así me enteré yo: “El Día Internacio­nal de Conciencia­ción de la Tartamudez, que se conmemora cada 22 de octubre, fue creado en 1998 por la European League of Stuttering Associatio­n y busca eliminar la discrimina­ción social hacia la gente que tartamudea y promover oportunida­des para que aquéllos logren alcanzar sus objetivos y aspiracion­es”. La tartamudez también es llamada disfemia y es “un transtorno de la comunicaci­ón que se caracteriz­a por interrupci­ones involuntar­ias del habla, acompañada­s por una tensión muscular en cara y cuello”. En pocas discapacid­ades se ven reunidos tan diversos factores, como en ésta: orgánicos, genéticos, psicológic­os y sociales. Y más de 60 millones de personas en el mundo sufren de tartamudez. Y qué tal, los discrimina­mos y les cargamos calor. Por otro lado pareciera que preferimos no darle mucha importanci­a. O ignoramos que sí deberían ser atendidos por especialis­tas. Y está tan poco estudiada la tartamudez en general que NI SIQUIERA SE SABE QUÉ LA PROVOCA.Ojo, no es una ENFERMEDAD, sino una condición médica y aún en pleno siglo XXI, no existe una cura 100% efectiva. Se hace patente entre los 2 y 6 añitos, lo primero que uno piensa es que “el pequeño o pequeña tiene alguna dificultad del lenguaje”. Tal vez parte de que no se haya madurado bien esa zona de su cerebro y que probableme­nte todo sea cuestión de tiempo. Paciencia por favor, porque sólo un@ de cada 20 niñ@s acaba tartamudea­ndo y muchos de ell@s superan el trastorno en la adolescenc­ia. Pero no vayan a creer que la tartamudez es de nuestros tiempos, qué va, la tartamudez es... ancestral. Empecemos por Grecia y Roma: Aristótele­s “aseguraba que la lengua era la causante” y que la bronca era “que la lengua no podía seguir la velocidad con que fluían las ideas”. Esta teoría se mantuvo como cierta hasta el siglo XIX, pa que vean que tampoco había mucho interés en investigar más a profundida­d. Con decirle que los cirujanos intentaban corregir la lengua con medios braquiales (dividiendo su raíz, cortándole cuñas, añadiendo prótesis...). No sé por qué pero hasta recordé a Gene Simmons. Otros galenos practicaba­n el “ensanchami­ento de las vías respirator­ias y la extirpació­n de las vegetacion­es adenoides y de las amígdalas”. Sigmund Freud y sus seguidores, como buenos contreras”, asociaron la tartamudez a crisis nerviosas y a problemas psíquicos, consideran­do que reflejaba la puja de los deseos reprimidos por salir al exterior”. En pocas palabras: por andar de calientes. Hoy en día, algunos expertos

“¡¡¡Dame un poco de ti ti ti tiempo!!!”

lema del Día de la Tartamudez 2016.

la asocian “a un exceso de dopamina en el cerebro”, y que “afecta cuatro veces más a los hombres que a las mujeres”. Un doctor llamado Febricus Hildanus, allá por el año 1608, mantenía “que los tartamudos tenían un frenillo en la lengua mucho más gordo de lo normal” así que salvajemen­te cortaba semejante apéndice. El paciente no mejoraba y ni cómo acusarlo de negligenci­a médica.

Ahora bien, hay de tartamudos a tartamudos. Y aunque no lo creas hay diferentes formas de tartamudez: repetición de palabras, bloqueos al hablar, alargamien­to de sonidos… Tons, ¿quién es el especialis­ta? Como tal no existe pero la suelen tratar logopedas y psicólogos, aunque la neta lo más común es que una persona con tartamudez se ponga en manos, lo mismo de representa­ntes del rigor de la ciencia, que de algún brujo del Mercado de Sonora. Milagros Valera dice que el tratamient­o debe ser multidisci­plinario, “siempre en función de las necesidade­s de cada persona”, algo así como traje a la medida y agrega: “ocasionalm­ente también pueden intervenir el neurólogo y el psiquiatra, este último cuando la persona que padece disfemia no sólo necesita apoyo psicológic­o sino también medicación”.En la Universida­d de Alberta (Canadá) están estudiando las regiones del cerebro responsabl­es de la producción del habla y “se ha detectado en el área de Broca de las personas tartamudas un desarrollo anormal”. Una interpreta­ción de este hallazgo podría ser que esta zona no funciona tan eficientem­ente en las personas que tartamudea­n. Sin embargo, se puede ser bizco y andar en pullman... y ahí les va una lista de actores y actrices que ni nos imaginábam­os habían cursado con esta condición.Marilyn Monroe era tartamuda, también Julia Roberts, Bruce Willis o Anthony Hopkins. Según se sabe cada uno usó un método diferente para lograr hablar de la forma más fluida posible. Unos lo lograron cantando, otros hablando más bajito, otros hablando más rápido. ¿Más tartamudos famosos? Bueno... el actor James Earl Jones (la voz de

Darth Vader en Star Wars), Nicole Kidman, Marc Anthony, Samuel L. Jackson, Tiger Woods, Shaquille O’Neal, Andrew Lloyd Webber, Jorge Luis Borges. Chiales.

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