Retórica del odio, desde el poder, golpea los derechos humanos
El nuevo informe de Amnistía Internacional señala que los discursos de odio de jefes de Estado han disparado la intolerancia, pero también ha incrementado la lucha por esos derechos
Si bien se espera de los Estados que sostienen un discurso de inclusión y que eso se vea reflejado en sus políticas públicas e implementación de derechos civiles y humanos, el año pasado 2017 se caracterizó precisamente por lo contrario, concluyó la organización Amnistía Internacional (AI).
“El año pasado, con el mundo sumido en crisis, líderes prominentes nos ofrecieron la visión dantesca de una sociedad cegada por el odio y el miedo”, afirmó Salil Shetty, secretario general de AI, en declaraciones escritas. Sin embargo, Shetty enfatizó que “esta situación envalentonó a quienes promueven la intolerancia, pero motivó a muchas más personas para luchar por un futuro más esperanzador”.
En su informe del año 2016-2017 La situación de los derechos humanos en el mundo, que abarca 159 países, AI presenta un análisis exhaustivo del estado actual de los derechos humanos en el mundo y aunque señala retrocesos, hace hincapié en la lucha de miles a favor de esos derechos.
“La población sigue haciendo exigencias de sus derechos humanos y se han ido movilizando a nivel internacional, en diferentes países, multitudinariamente, exigiendo que se respeten esos derechos humanos”, apuntó Liza M. Gallardo-Martín, directora ejecutiva de AI en Puerto Rico.
Venezuela al tope del retroceso en América Latina
La organización internacional concluyó que el pasado año estuvo marcado por las crecientes protestas públicas provocadas por el aumento de la inflación y la escasez de alimentos y suministros médicos en Venezuela.
Entre abril y julio en particular, se celebraron manifestaciones multitudinarias a fa- vor y en contra del gobierno en varias zonas del país, pero el derecho de reunión pacífica no estaba garantizado.
Según datos oficiales, al menos 120 personas perdieron la vida y más de mil 177 resultaron heridas —entre ellas manifestantes, miembros de las fuerzas de seguridad y transeúntes— durante las protestas multitudinarias. También hubo informes de la Fiscalía General de la República sobre grupos de personas armadas, con el apoyo del gobierno, que habían llevado a cabo acciones violentas contra manifestantes.
Se agrava la situación en México
Por otro lado, la crisis de derechos humanos en México se agravó por el aumento de la violencia y los homicidios, con una cifra sin precedentes de homicidios de periodistas. Las detenciones y reclusiones arbitrarias siguen siendo generalizadas y a menudo dan lugar a otras violaciones de derechos humanos, la mayoría de las cuales no se investigan debidamente, según el informe.
“El nuevo sistema de justicia penal adversarial, plenamente en vigor desde junio de 2016, sigue reproduciendo los problemas del antiguo sistema inquisitivo, entre ellos la violación de la presunción de inocencia y el uso de pruebas obtenidas con métodos contrarios a los derechos humanos y otras pruebas ilícitas”, apuntó la organización.