¿VIDA SUSTENTABLE?
Los tiempos actuales han exigido que las sociedades incorporen un concepto muy importante en todos aspectos: sustentabilidad. La sustentabilidad quiere decir lograr que algo se sostenga, que no se pierda ni se termine, o en otra palabra, que se conserve. Esta idea y práctica que ha emergido a partir de los efectos negativos de las prácticas humanas sobre la ecología tiene que comenzar por cada uno de nosotros para que realmente sea efectiva, es decir, que tiene que convertirse en una forma de vida. ¿Se ha preguntado usted qué tan sustentable es su manera de vivir? Sustentable no refiere nada más al ámbito medioambiental sino que involucra todo cuanto hacemos, pensamos y sentimos. Ser sustentable es, por ejemplo, tener buenos modales y educación para dirigirnos a los demás, ya que el respeto mantiene las buenas relaciones, es decir, que las hace sustentables. De igual manera en el trabajo o los negocios, si únicamente se busca multiplicar el dinero y acumularlo operando sobre bases injustas, inequitativas, y malas prácticas que no busquen el bienestar común, esa dinámica no sustentable tenderá a destruirse a sí misma tarde o temprano. Las recomendaciones y preceptos de las religiones, y también de los protocolos básicos de civismo son prácticamente manuales de sustentabilidad: hacer el bien sin mirar a quién, sembrar cosas positivas, respetar la autoridad, o la noción de una fuerza superior que contiene a todo lo demás, procurar al prójimo, etcétera, son las prácticas que hacen que la fibra de ser humano se sostenga y siga existiendo. Ser sustentable es educar cabalmente a las nuevas generaciones, provisionándolos con límites y disciplina, enseñarles a resistir la frustración, a cometer errores, a tropezarse y volverse a levantar, con esfuerzo, trabajo, sano sacrificio y la satisfacción de lograrlo por sí mismos.