DAN LA VUELTA A PROHIBICIÓN DE VENTA DE PERLAS NEGRAS
Para evitar la sanción, los centros nocturnos venden por separado el alcohol y las bebidas adicionadas con cafeína, ya que la mezcla de ambas está prohibida
La venta del famoso coctel perla negra o jägerbomb puede ameritar una sanción para los bares que lo comercialicen; sin embargo, darle la vuelta a esta prohibición requiere de un paso muy sencillo: vender el licor de hierbas por un lado y la bebida adicionada con cafeína por otro.
De esta manera, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) –instancia encargada de vigilar que se evite la venta de la perla negra– no puede intervenir, ya que es el consumidor el que decide mezclar o no las bebidas.
En octubre de 2016, la Cofepris lanzó una alerta en la que advierte que la combinación de alcohol y bebidas adicionadas con cafeína provocan ansiedad, insomnio, trastornos del ritmo cardíaco y, en ciertos casos, intoxicación, náuseas y vómito.
El comisionado de Operación Sanitaria de la Cofepris, Álvaro Pérez, explicó a Publimetro que las perlas negras también generan euforia, aceleran la ingesta de alcohol y retrasan
los efectos del mismo, debido a las dosis de cafeína.
El funcionario admitió que pese a que no deben venderse las perlas negras, hay establecimientos que todavía lo hacen, aunque de manera disfrazada; incluso Publimetro
comprobó que algunos bares de la colonia Condesa realizan promociones de este trago, popularizado desde hace ocho años, por lo menos.
De hecho, el gancho es ofrecer la perla negra al dos por uno, por algunas horas, por alrededor de 300 pesos, según lo pudo constatar este diario.
Pérez Vega informó que de octubre de 2016 a la fecha se han realizado mil 232 visitas de verificación en centros nocturnos de todo el país, las cuales derivaron en la imposición de 83 suspensiones de actividades y multas acumuladas por 120 mil pesos.
En un principio, dijo, las sanciones fueron altas debido a que debía generarse un proceso de ajuste de ventas por parte de los bares y antros, por lo que a la fecha han disminuido; de hecho, en lo que va de este año no se han impuesto sanciones.
De octubre a diciembre de 2016 se realizaron 835 visitas de verificación que derivaron en 64 suspensiones; en 2017 fueron 397 inspecciones que resultaron en 19 suspensiones.
Los estados con mayor incidencia son Quintana Roo, Jalisco, Estado de México, Nuevo Léon, Ciudad de México y Baja California.
Las revisiones se dan, en su mayoría, de jueves a sábado, que son los días en los que los jóvenes salen más a divertirse por las noches a bares y antros.