CUANDO LOS CONEJOS MANDAN
Viajé a Tijuana, era importante ser testigo de lo que estaba generando la locura, misma que trae al mundo latino de cabeza, iba incrédulo. Me encontré con un lugar totalmente lleno, desde las seis de la tarde, nadie antes, nadie después, sólo él, lo veo salir con un pants azul y unos lentes color de rosa, era como un personaje venido del espacio brincando de un lado a otro, la producción no era nada espectacular es un hecho que el show es él, no necesita nada, mas que sus letras, sus canciones, enfrente una legión de más de seis mil almas cantando, brincando, rapeando y entregados al personaje en cuestión, “esto es una locura” aunque él dice que es una nueva religión. Ya en la capital del país pedí sentarme con Bad Bunny y descubrí a un chico de 24 años. Cuando llegué estaba metido en su celular, seguro contestando uno de los miles de mensajes que recibe por redes sociales cada hora de su vida. Ya sentados había que poner en claro por qué una nueva religión, a lo que contestó: “Es la nueva religión, por la intensidad, por lo fiel, por la energía, los fanáticos son únicos y estoy bien agradecido con eso, de verdad”. Y es que hace sólo tres años era un aprendiz, nada sabía de la fama. Todo pareciera que pasó por arte de magia. De alguna forma sus rimas y su ritmo llegaron a las manos indicadas y todo explotó: “Yo no tengo canciones viejas. Aún no cumplimos dos años en la música. No van tres años, no van cuatro años, no van cinco años de mis primeros temas, siguen siendo nuevos, quizá no tan nuevos como los nuevos, pero a eso me refiero, todo mi proyecto, todo mi concepto, todo es nuevo, todavía no ha pasado un largo tiempo, cinco años o algo así de mis primeros temas. Apenas estamos arrancando, queda mucho por hacer y mucho por trabajar”, pero para ser nuevo hoy sus récords son de gran estrella, es más, ya los quisieran muchos de los llamados consagrados.