ESTE ARROZ YA SE COCIÓ
Rumbo a la Presidencia de la República, las preferencias electorales en favor de Andrés Manuel López Obrador parecen irreversibles.
Una tras otra, las principales casas encuestadoras del país indican que el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia encabeza, con enorme margen de ventaja, las preferencias ciudadanas con miras a los comicios del 1 de julio.
Incluso las encuestas elaboradas por la Presidencia de la República coinciden en que en cualquier escenario, López Obrador sería el ganador indiscutible.
De acuerdo con la investigación de Reforma de finales de mayo, el aspirante de la coalición encabezada por Morena obtuvo 52% del respaldo ciudadano, frente al 48 del escrutinio realizado a principios de ese mes.
El 1 de junio, la encuesta elaborada por Parametría demostró que en la preferencia efectiva --no contabiliza el “ninguno”, “no sabe” y “no contesta”--, con 54% de la intención del voto, López Obrador aventaja con 30 puntos al segundo lugar.
Las encuestadoras también indican que Juntos Haremos Historia conseguirá ganar la mayoría legislativa en el Congreso federal.
Por regiones, López Obrador también se impone. Según Reforma conseguirá 64% de la votación en la Ciudad de México, una victoria abrumadora del triple de los sufragios sobre su más cercano perseguidor.
En consecuencia, revelan una irreversible delantera electoral de la aspirante de Juntos Haremos Historia a gobernar la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo. De acuerdo con El
Financiero, al sumar 48% de la intención del voto aventaja con 20 puntos al segundo lugar.
Entretanto, la investigación publicada el 6 de junio por Reforma les da la puntilla a los contendientes de Sheinbaum, al advertir que con 54% de las preferencias Claudia se encuentra a una distancia de 29 puntos porcentuales de Barrales y a 41 de Mikel Arriola.
El norte del país, en donde la votación en favor de la izquierda siempre fue marginal, hoy presenta una insólita preferencia en favor de López Obrador. Por ejemplo, de 45% en Nuevo León. Y un fenómeno similar ocurre en Sinaloa y Coahuila.
Con porcentajes diversos, en la mayoría de entidades de la República López Obrador lleva la delantera.
Ni la guerra sucia desatada en su contra le ha hecho mella, porque esta vez las renovadas intentonas retrógradas se han estrellado contra la muralla de la confianza depositada por la mayoría de mexicanos en López Obrador.