Lo que tu periodo revela de tu salud reproductiva
La edad en la que comenzó, su peso y hábitos pueden determinar muchas circunstancias para la vida de una mujer
Los ciclos de menstruación en una mujer son determinantes a la hora de entrar en proceso de evaluación de su fertilidad. Muchas parejas ansían ser padres, pero no todas lo logran, es por ello que deben recurrir a la opinión de un experto.
Los médicos especializados en la materia tendrán dentro de sus primeros elementos a evaluar los procesos de menstruación de la mujer, para así concluir si éste entorpece su fertilidad.
Un estudio de la University of British Columbia ha terminado de confirmar que los procesos de la menstruación pueden alterar la fertilidad de la mujer y, por ende, sus intenciones de ser madre.
Los investigadores explican que todo el ciclo menstrual de la mujer está comprendido por tres fases, y que lo normal es que tenga una duración que oscile entre los 21 y los 35 días, pero lamentablemente eso no siempre se cumple y es cuando entra en jaque la fertilidad femenina.
Los desequilibrios del ciclo de la menstruación suelen afectar el proceso de ovulación, que es cuando la mujer puede entrar en proceso de gestación. Las alteraciones del proceso de ovulación de la mujer, reducen hasta un 40% las probabilidades de que quede embarazada; y es aquí cuando debe hablarse de un proceso de ovulación anormal.
Siempre es importante que una mujer entre en control de sus ciclos de menstruación, incluso desde la juventud, para evitar complicaciones con su fertilidad a largo plazo.
“Dada la creciente evidencia de que las perturbaciones ovulatorias silenciosas dentro de los ciclos clínicamente normales se asocian con riesgos para la salud, es importante que estos datos se repliquen en muestras poblacionales de mujeres de diferentes orígenes raciales y étnicos y que viven en diferentes latitudes”, agrega la investigación desarrollada entre más de tres mil setecientas mujeres.
La línea roja de fertilidad comienza a los 38 años
El ginecólogo José Ramón Colina, médico ginecólogo obstetra, aseguró a Nueva Mujer que la fertilidad es un estado natural en toda mujer y tiene sus etapas. Fertilidad y la edad, ambas van de la mano en toda mujer si deseas aumentar las probabilidades de embarazarte. Muchas creen que la línea roja para quedar en estado por última vez oscila entre los 40 y 41 años, pero los expertos aseguran que las alarmas deben prenderse en una etapa más temprana si deseas tener éxito en tu sueño de ser madre.
Entre los 20 y 28 años, las mujeres tienen altos índices de fertilidad y, por ende, mayores probabilidades de quedar en estado. Entre los 30 o 32 años la disminución de la fertilidad es leve y moderada.
Aseguró que luego de los 32 años “ya hay una disminución importante de la fertilidad en la mujer. Y la etapa más baja, la línea roja y de inicio del declive es de los 38 en adelante. En esa etapa se registra un descenso drástico y rápido en la calidad de los óvulos. La tarea de concebir o quedar en estado con mayor rapidez se vuelve cuesta arriba y es más difícil, compleja”.
Colina consideró que “después de los 41 años la fertilidad baja muchísimo porque la edad natural de la mujer para ser madre termina entre los 40 a 44 años, allí comienza más bien una etapa de esterilidad. Después de las cuatro décadas las mujeres deben considerar la opción de quedar embarazada a esa edad porque es sumamente riesgoso tanto para ella como para el bebé”.
Insistió, a modo de recomendación, que “lo más ideal para toda mujer es tratar de concebir entre los 22 y 35 años, ese es el período ideal para lograr un embarazo con éxito y con feliz término. Con suma preocupación veo que las mujeres por el tema laboral retrasan la maternidad, la dejan para después de los 30 o 35 años y tienen menos probabilidades de quedar embarazada.
El ginecólogo invita también a todas las mujeres a “acudir a las citas especializadas, con sus ginecólogos de confianza y quienes, con previa evaluación, pueden determinar el grado de fertilidad de las pacientes. Mientras más información tengas a la mano se aumentan las probabilidades para quedar embarazada con éxito y así no tener que recurrir a otras técnicas para quedar en estado como la fecundación in
vitro o la inseminación artificial”. NUEVAMUJER.COM