ENTREVISTA
¿Podría explicarnos cuál fue el proceso de la investigación? Cuéntenos sobre el estado de las elecciones en Brasil.
— Las elecciones presidenciales brasileñas se celebran en dos rondas, que tendrán lugar los días 7 y 28 de octubre. Trece candidatos se postulan en la primera ronda y los dos candidatos principales pelearán en la segunda ronda. Ya comenzó la campaña y el país está profundamente dividido. Brasil atraviesa su crisis económica más severa jamás registrada y la crisis política más profunda que se recuerde. Las elecciones darán forma al futuro del quinto país más grande del mundo y una de las diez economías más grandes del planeta.
¿Quiénes son los principales candidatos?
— El ex presidente Luís Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores, es el claro favorito, con índices de votación que llegan hasta el 40%. El problema es que Lula actualmente está tras las rejas, acusado de actos no especificados vinculados a una posible corrupción. La acusación es turbia y nunca ha sido probada, ni la fiscalía ha ofrecido pruebas del crimen.
Sin embargo, Lula ha sido encarcelado, en lo que sus abogados y la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, llaman “persecución política”. El próximo candidato en las encuestas de opinión, con un 10-15%, es Jair Bolsonaro, un ex militar que se deleita en emitir declaraciones escandalosas contra las mujeres, las minorías étnicas, los homosexuales, los pobres y cualquier otra persona con desventaja. Todos los demás candidatos están con un solo dígito, con cierto potencial de crecimiento para el ex gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin.
¿Hay mucho escepticismo?
— Hay mucho escepticismo sobre la política y el pesimismo sobre las perspectivas del país en este momento. La votación es obligatoria en Brasil, pero la abstención tenderá a ser alta, y podemos esperar un número aún mayor de papeletas estropeadas, especialmente si no se permite a Lula correr, algo que la Corte Suprema Electoral aún debe decidir.
¿Qué pasa si Lula no puede competir?
— Luego, el PT nominará a su actual candidato a vicepresidente, Fernando Haddad, ex alcalde de São Paulo, la ciudad más grande de Sudamérica. El problema para el Partido de los Trabajadores es que Lula es mucho más grande que su partido y no todos sus votos se trasladarán a Haddad.
¿Y en el caso de que sí pueda?
— Si Lula puede competir, es casi seguro que estará en la segunda vuelta de las elecciones. Si Haddad se presenta, es imposible predecir el resultado de las elecciones.