DIOS PONE LOS MEDIOS
Aquellas cosas que nos pasan que recibimos como perfectas sincronías o casualidades, como golpes de buena fortuna, o encuentros que cambian el rumbo de nuestra vida para bien, llegan como agua en el desierto y renuevan el poder de nuestra Fuerza Espiritual: FE. Por eso en cualquier religión o escuela espiritual siempre se antepone el agradecimiento como una práctica que nos permite recibir más de aquello que nos gusta o que nos trae bienestar. Pero el agradecimiento atomizado lleva consigo un montón de cosas buenas que hemos sembrado. Esto es muy interesante e importante de explorar si queremos ser conscientes de cómo es que llegan estas fortunas a nuestros caminos o bien, como es que a veces tardan demasiado, y creemos que ni siquiera Dios o la Divinidad, o como le quiera llamar, nos está volteando a ver. Dios o el Universo ponen los medios, la cosa es que si tenemos un montón de basura estancada en medio, es muy lógico que la vía esté obstruida. Es decir, que no es que no lleguen sino que están haciendo fila detrás de un montón de pendientes que seguramente no hemos querido atender, o somos nosotros los que no queremos voltear a ver. Son todas esas semillas que sembramos para amargarle la vida a alguien más comenzando por nosotros. ¿Cuántas maldiciones lanzó usted últimamente? ¿a quién le metió el pie? ¿a quién envidió tanto que hizo hasta lo imposible porque no llegara a su meta? ¿qué se ha robado en los últimos tiempos: ideas, relaciones, cosas, tranquilidades ajenas? Todos esos son bloques de una gran muralla que le dice al Universo: aún no, y que van encerrando el propio camino en un circuito sin fin de puros infortunios, pero justamente porque nosotros construimos la barrera y las hierbas malas que crecieron en nuestro mundo.