Documentar hechicería y brujería
Muchas historias se han contado sobre la inquisición y los castigos que imponía a quienes no cumplían con lo establecido por la iglesia. Algunas se relacionan con hechicería y brujería que durante siglos han quedado plasmadas en testimonios
En la Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad Morelia de la UNAM, la doctora Cecilia López Ridaura coordinó el proyecto Brujería y hechicería en el siglo XVIII en Michoacán, revisión crítica y rescate documental, a través del cual creó un catálogo de un grupo de expedientes inquisitoriales resguardados en el Archivo Histórico Casa de Morelos, en la ciudad de Morelia.
Este archivo se ubica dentro del Fondo diocesano, sección justicia, y tiene una serie llamada Inquisición, integrada por 164 expedientes, contenidos en 11 cajas; sin embargo, de todos estos a la investigadora le interesaban 59, los cuales están relacionados con brujería o hechicería.
Para la doctora Ridaura, los expedientes relacionados con la brujería y la hechicería son interesantes, ya que reflejan los temores y deseos de una sociedad: “Lo que la gente cuenta sobre estos temas nos permite adentrarnos en el imaginario de una colectividad”, dijo.
En estos documentos se encontraron temas relacionados con el consumo de alucinógenos, como peyote y rosa maría, así como otros que hablan sobre tesoros enterrados y varitas de virtud para encontrarlos. También se lee sobre maleficios dirigidos, sobre todo, a provocar alguna enfermedad o un efecto de atracción amorosa.
Otros temas están relacionados con el uso de muñecos, hierbas, huesos de muerto, polvos, así como pactos con el demonio en el que se le solicita ayuda a cambio de entregarle el alma.
Estas narraciones pueden ser atractivas, aunque no son suficientes para saber realmente el contenido de cada expediente, por tal motivo se propuso la creación de un catálogo razonado que dé cuenta de personas, oficios, lugares, instrumentos y motivos. Así, se organizó un catálogo que pudiera sistematizar para hacer búsquedas por cada uno de estos elementos.
El objetivo del catálogo es que en un futuro incluya distintos datos como la edad de los denunciantes, cuántas mujeres u hombres son los que acusan, sus características, el uso de plantas alucinógenas, etcétera. Esto permitiría la localización de tópicos y motivos tradicionales documentados en los expedientes inquisitoriales.