KENIA LÓPEZ
SENADORA DE LA REPÚBLICA POR EL PAN
Estamos obligados a revisar inicialmente la auténtica función por la que se estableció el fuero constitucional. Nuestra Constitución señala: “Los diputados y senadores son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de sus cargos, y jamás podrán ser reconvenidos (amonestados) por ellas. El presidente de cada Cámara velará por el respeto al fuero constitucional de los miembros de la misma y por la inviolabilidad del recinto donde se reúnan a sesionar”, es decir, el fuero debe funcionar como un contrapeso para la protección de aquellos legisladores que no estén de acuerdo con un gobierno dictatorial. Lamentablemente, el fuero fue desvirtuado por personajes corruptos para su propio beneficio que nada tenía que ver con el fin primigenio del mismo.
Acción Nacional, en el Senado, presentó en septiembre una iniciativa con la finalidad de
eliminar el fuero constitucional y establecer que todo servidor público pueda ser vinculado a proceso por delitos del orden común o del orden federal, independientemente de su jerarquía o cargo, esto no sólo incluye a diputados y senadores, sino también para el Presidente de la República, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los magistrados de la Sala Superior del TEPJF, los consejeros de la Judicatura Federal, los Secretarios de Despacho, el Fiscal General de la República, así como el consejero presidente y los consejeros electorales del Consejo General del INE.
En el PAN hemos pugnado, a través de la historia, para lograr la eliminación del fuero pues no es la primera legislatura que lo promueve y lo que se procura hoy es que los servidores públicos, incluido el Presidente de la República, puedan ser sujetos a proceso penal sólo “hasta que exista una sentencia firme”.