Ahogados por la gordura
Estudio muestra que la obesidad podría estar alimentando el aumento del asma infantil
Entre todos los problemas que la obesidad infantil puede causar, los científicos han encontrado uno más para agregar a esa lista. Según el estudio realizado por investigadores de la Universidad de Duke, Estados Unidos, uno de cada diez casos de asma está relacionado con el aumento de peso.
Las investigaciones han analizado los registros médicos de 500 mil niños y han confirmado que aquellos con problemas de obesidad tienen un 30% más de probabilidades de desarrollar asma que los de peso saludable.
Para saber más, Publimetro conversó con Terri Finkel, directora científica del Nemours Children’s Hospital en Florida, Estados Unidos. Ʉ Ʉ Nå ÝėĒĨÿáåĤÑ ģıå una persona tiene sobrepeso si su índice de masa corporal (IMC) está entre 25 y 29.9.
Ʉ Nå ÝėĒĨÿáåĤÑ ėÜåĨÑ Ñ una persona cuando su índice de masa corporal es igual o superior a 30. TERRI FINKEL,
¿Cómo realizaste la investigación?
— Esta investigación analizó datos sobre más de 500 mil niños. El nivel de riesgo atribuible se calculó utilizando la incidencia de asma pediátrica en pacientes obesos en la población del estudio, menos la incidencia en la población general del estudio. Investigaciones anteriores han identificado diversas teorías para ayudar a explicar este enlace, pero este estudio no prueba una relación de causa y efecto. Sin embargo, sí demuestra la importancia de prevenir la obesidad infantil.
“Esto tiene implicaciones para aconsejar a los niños y las familias con respecto a la pérdida de peso incremental y la posible prevención o mejora del asma”
¿Qué te inspiró para hacerlo?
— El asma pediátrico es una de las afecciones más prevalentes y costosas, por lo que es importante comprender los factores de riesgo asociados con la afección. Sabemos desde hace bastante tiempo que en adultos, la obesidad y el asma están relacionados, pero no pudimos establecer ese vínculo en los niños antes de esta investigación.
Hablanos sobre los resultados.
— Nos sorprendió el efecto que tiene la obesidad en el riesgo de asma, así como en la gravedad de la enfermedad. Pero quizás lo más sorprendente es que el riesgo no es tan significativo en los niños con sobrepeso. También esperábamos ver un aumento más profundo en el riesgo de asma en estos niños. Esto tiene implicaciones para aconsejar a los niños y las familias con respecto a la pérdida de peso incremental y la posible prevención o mejora del asma.
¿Qué sigue?
— En el futuro, se debe realizar una investigación prospectiva rigurosa para determinar con más detalle la relación entre estas condiciones. Mejorar nuestra comprensión de cómo y por qué la obesidad desencadena el asma puede conducir a mejores medicamentos o dietas que pueden usarse para intervenir y prevenir ese resultado.