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El Reino Unido debería salir de la UE el 29 de marzo, según lo establecido Rechazo a pactos
Exactamente mil días después de que el Reino Unido votó a favor de salir de la Unión Europea y a nueve días de consumar el divorcio, la primera ministra Theresa May apretó el botón de pausa este miércoles tras pedir al bloque que aplace la partida hasta el 30 de junio.
Exasperados por la telenovela británica del brexit, los líderes de la UE dijeron que sólo concederán el aplazamiento si May consigue la aprobación del Parlamento para el acuerdo de divorcio, aunque ya lo rechazó dos veces. Caso contrario, las alternativas serían una demora mucho más larga o bien una caótica salida “sin acuerdo”.
En carta al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, May reconoció que el proceso del brexit “evidentemente no se completará antes del 29 de marzo de 2019”, la fecha fijada por ley hace dos años para la salida británica.
De acuerdo con los plazos vigentes, el Reino Unido debe salir en ocho días, pero el Parlamento rechazó dos veces el acuerdo de divorcio negociado por May.
May envió una carta al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en la que pidió la extensión y expresó su intención de intentar por tercera vez la aprobación del acuerdo.
El aplazamiento requiere la aprobación de los 27 estados miembros restantes, que se reúnen este jueves en Bruselas. Preguntado por la radio alemana Deutschlandfunk sobre qué necesita May para lograr un aplazamiento, Jean-Claude Juncker, presidente de la rama ejecutiva del bloque, señaló que “debe aprobar el acuerdo negociado y presentar ideas claras sobre un calendario”.
“Mientras no sepamos a qué podría decir sí Gran Bretaña, no podemos alcanzar una decisión”, explicó.
El caos político en el Reino Unido está causando una creciente exasperación entre los líderes de la Unión Europea.
“Mi impresión es (…) que esta semana en el Consejo Europeo no habrá una decisión, pero que probablemente tengamos que reunirnos la próxima semana, porque la señora May no tiene acuerdos en nada, ni en su gobierno ni en el parlamento” Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea