KENIA LÓPEZ
SENADORA DE LA REPÚBLICA POR EL PAN
Lamentablemente el gobierno de la República ha mostrado que tiene una política exterior errática y sin rumbo, en la que por un lado le piden una “disculpa” al rey de España por la conquista de hace 500 años, y por otro, responde sumiso ante los señalamientos directos a México vertidos por el titular del ejecutivo del país vecino, que utiliza a México como plataforma para su reelección. Es evidente que nuestro país enfrenta constantes desacuerdos con Estados Unidos; el más reciente amenaza incluso con cerrar la frontera, y ante esta problemática las respuestas del presidente López Obrador han sido irónicas y hasta humorísticas. La realidad es que detrás de ellas, se percibe un alto grado de sumisión y pasividad ante Estados Unidos; responder “¡Zafo!” –lo que podríamos traducir como evasión a la acción– a las últimas declaraciones de Trump, dan cuenta de ello. Respecto a la política migratoria del gobierno de México, vemos que por un lado ofrece a Estados Unidos
detener el flujo migratorio, y por otro aseguran que no van a permitir ser el tercer país de acogida para inmigrantes deportados de EU. Simplemente no hay consistencia en la política migratoria a seguir, lo cual ya generó la molestia del gobierno de Estados Unidos. Ante las aseveraciones de Donald Trump, el canciller Marcelo Ebrard se ha mostrado contundente en su cuenta de
Twitter, señalando que México no actúa con base en amenazas, sin embargo, los hechos hacen evidente que la realidad es distinta. El gobierno mexicano debe mostrarse fuerte y no ceder ante un tema tan importante. El cierre de la frontera implicaría una serie de problemáticas que podrían afectar fuertemente a los mexicanos, por eso es urgente que se tenga claridad y firmeza en cuanto a nuestra política exterior. Ante cualquiera de los escenarios, México debe privilegiar el respeto a los derechos humanos, sobre todo los de quienes se ven forzados a migrar por las graves condiciones políticas, económicas y sociales.