LEONOR NOYOLA CERVANTES SENADORA DE LA REPÚBLICA POR EL PRD
En las últimas semanas, uno de los temas internacionales más importantes ha sido el anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de cerrar la frontera de Estados Unidos con México, con el fin de que el gobierno de nuestro país establezca de manera inmediata las estrategias que eviten que las caravanas de migrantes intenten ingresar a su país, pues – en su consideración– es un tema de seguridad y emergencia nacional dado que se trata de “una invasión de traficantes, drogas y criminales”. Sin embargo, como lo mencioné en mi artículo de la semana pasada, dicha acción se llevará a cabo siempre y cuando nuestro país no detenga inmediatamente la inmigración ilegal de la que tanto se queja el presidente estadounidense, lo cual, en términos de las declaraciones de la secretaria de Gobernación, se está trabajando en ello; además de que el
propio Trump ha reconocido que México ha hecho un “trabajo fantástico” en los últimos días, puesto que se están deteniendo a muchas personas con el objetivo de que no ingresen a su país. No obstante, el hecho de que se llegaran a concretar las amenazas del presidente Trump y, en efecto, se cerrara la frontera de México con el país del norte, se impusieran aranceles y sanciones económicas, sin duda tendría impactos negativos, sobre todo, en la economía de ambos países. Entre otros, podría provocar miles de despidos, desabasto en los supermercados, clausurar plantas de automóviles y que se echaran a perder cargamentos de frutas y verduras. Lo anterior es indicativo de que se deben tomar las medidas pertinentes y, más aún, considero que se debe establecer una estrategia seria, inteligente y de respeto a las normas internacionales.