Es poco probable que el ‘euro sudamericano’ se convierta en realidad, según especialistas
Publimetro analiza la propuesta del presidente Jair Bolsonaro para que las dos economías más grandes de América del Sur –Brasil y Argentina– tengan una moneda única
Tras la reunión con su homólogo Mauricio Macri en Buenos Aires, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, declaró que ambas naciones estaban dando el primer paso hacia “el sueño de una moneda única en el área de Mercosur, el peso real (combinación de los nombres del peso argentino y el real brasileño)”.
Su idea fue recibida con escepticismo por economistas y políticos, quienes afirmaron que ambos países tendrán que implementar reformas radicales para lograr ese objetivo. El banco central de Brasil ha negado cualquier plan o estudio en curso para una unión monetaria.
“Debemos recordar que los políticos sudamericanos tienen una larga historia de grandes planes sobre la integración regional. A veces, estos planes han funcionado: Mercosur fue un proyecto exitoso al principio y en la década de 2000 hubo más colaboración política entre varios países latinoamericanos”, explicó a Publimetro Diego Sánchez Ancochea, profesor de economía política del desarrollo en la Universidad de Oxford, Reino Unido. “Sin embargo, en general, la integración regional ha sido decepcionante: los países no han podido crear cadenas de valor regionales y la volatilidad económica y política ha llevado a esfuerzos políticos inconsistentes”.
“En lugar de una moneda única, debemos pensar más en cómo reducir las barreras intrarregionales al comercio y cómo aprovechar algunas de las ideas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sobre un plan proyecto de colaboración entre países”, concluyó Sánchez Ancochea. — No creo que esto sea probable. Los mercados financieros, la prensa y la clase política están de acuerdo conmigo: el plan ha sido recibido con incredulidad por la mayoría. Hay varias razones para ser escéptico. Primero, la economía brasileña es tres veces más grande que la argentina e influiría demasiado en la evolución del sistema monetario conjunto. En segundo lugar, ambas economías tienen posiciones de deuda externa vulnerables y una moneda conjunta probablemente aumentaría la vulnerabilidad (en lugar de contribuir a bajar las tasas de interés). En tercer lugar, no hay forma de que los dos países puedan adoptar el tipo de medidas de convergencia fiscal que se necesitan para que una moneda única tenga éxito. Y, en cuarto lugar, la experiencia europea muestra que los costos de avanzar hacia una moneda única pueden superar los beneficios incluso en regiones más ricas y estables.
Entonces, ¿el ‘euro sudamericano’ no verá la luz?
— No veo mucho apetito por este tipo de experimento en la región. De hecho, una de las consecuencias negativas del movimiento hacia la derecha en algunos países y la desaceleración económica en toda la región ha sido la crisis de los diversos esfuerzos de integración regional. América del Sur se encuentra hoy en una situación bastante difícil.