Del amor romántico a la violencia
Imagínate que de sentir ‘mariposas en el estómago’ en tu noviazgo pases al temor por recibir un golpe, maltrato psicológico o prohibiciones. Esta situación es muy común en los jóvenes por lo que es importante tener cuidado
Dentro de las muchas experiencias que viven los jóvenes se encuentra la del noviazgo, durante la cual deciden compartir momentos o etapas de su vida con otra persona, conocerse e ir descubriéndose en una relación de pareja.
Sin embargo, también en esta etapa pueden experimentar situaciones de violencia, no sólo física, sino emocional, la cual se presenta desde el momento en que uno abusa del otro, ya sea a través de un comentario, un golpe o una prohibición, entre otras conductas.
La violencia en el noviazgo es más común de lo que nos imaginamos. En 2007 se llevó a cabo la Encuesta Nacional de Violencia en el Noviazgo en nuestro país, que la clasifica en tres tipos: física, psicológica y sexual.
En cuanto a la primera, detectó que al menos 15% de los jóvenes la padece; y alrededor de 76% de los adolescentes sufre de violencia psicológica, la cual puede ir desde abuso emocional, verbal o maltrato. Sobre la violencia sexual encontró que a dos terceras partes de las mujeres entrevistadas las han tratado de forzar o las han obligado a tener relaciones sexuales.
La doctora Alethia Fernández de la Reguera Ahedo, del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, destacó que uno de los aspectos que influyen en la violencia en el noviazgo son los estereotipos de género, por ejemplo, algunos dictan que en una relación las mujeres deben ser sumisas, sensibles y gentiles, y los hombres, ser fuertes, protectores y no mostrar sus sentimientos.
Cuando los adolescentes inician sus primeras relaciones de noviazgo, estos estereotipos son complicados de entender y no saben cómo actuar.
Además, dijo, estos estereotipos van reflejando la idea del amor romántico en el que se idealiza a la pareja; es un modelo de socialización que hemos aprendido desde la infancia y que en ocasiones también puede generar formas de control y de violencia.
“Es importante reflexionar que estos estereotipos o mandatos van generando formas de violencia y formas en las que las mujeres no podemos participar de manera equitativa en las relaciones”, destacó.