KENIA LÓPEZ
SENADORA DE LA REPÚBLICA POR EL PAN
El anuncio hecho por el presidente de la República en una mañanera del pasado abril, sobre el expediente que le presentó la Secretaría de la Función Pública en el que se investigaban actos de presunta corrupción de servidores públicos de la administración del ex presidente EPN y al que respondió, de acuerdo a su dicho, a través de un memorándum en el que solicitó que se aplicara la ley, que se procediera, además de su ya conocida frase “cero tolerancia a la corrupción”, generó grandes expectativas en la población; sin embargo, al pasar de las semanas y los meses, nos hemos percatado de que no son más que otra de las simulaciones de este gobierno. Si las investigaciones hechas a ex funcionarios -VERDADERAMENTE- tuvieran como finalidad castigar a los responsables de la corrupción y malversación de fondos durante el sexenio anterior, sería una verdadera lucha contra la corrupción; pero lo que lamentablemente estamos viendo es mera ficción, en la que nos dicen que se castigarán los excesos del sexenio de EPN y no hemos tenido
claridad de a quién o quiénes han sido castigados realmente. Una de las primeras “acciones” del titular del gobierno federal, fue arremeter contra el huachicoleo
(robo y venta ilegal de combustible), sin embargo, de los más de 800 detenidos de diciembre de 2018 a junio del presente, no hay casos que impliquen a algún ex funcionario. Si de verdad quisieran hacer esta lucha, empezarían por investigar al ex presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y su círculo cercano, no obstante, la realidad es que el evidente pacto al que llegaron Peña Nieto y el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, antes de la elección de 2018, en el que claramente el primero ayudó a ganar al segundo con el uso de las instituciones del Estado para descarrilar al oponente del PAN (tal y como quedó demostrado e incluso juzgado ya por el Tribunal Electoral Federal), se ha venido cumpliendo a cabalidad. Ningún funcionario de primer nivel del gobierno peñista ha pisado la cárcel y, por lo que vemos, no sucederá.