Covid lleva a uno de cada seis jóvenes al desempleo: OIT
Impacto. El coronavirus provoca un triple daño en los jóvenes: pierden su trabajo, les impide cambiar de empleo y tener ascensos
Recomendaciones. La OIT pide a los gobiernos apoyar a las empresas, proteger el empleo y estimular la economía
La crisis del coronavirus provocó que, al menos, uno de cada seis jóvenes haya dejado de trabajar en el mundo, informó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El organismo indicó que “la crisis del Covid-19 está afectando a los jóvenes con mayor gravedad y rapidez que a cualquier otro grupo”, sobre todo a las mujeres.
Y advirtió que, si los gobiernos y autoridades no toman medidas inmediatas y significativas para mejorar su situación, el legado del virus podría acompañarnos por décadas.
“Si su talento y energía son marginados por falta de oportunidades o de competencias, esto ocasionará un daño al futuro de todos nosotros; y hará que sea mucho más difícil reconstruir una mejor economía poscovid”, señaló el director general de la OIT, Guy Ryder.
A través de la cuarta edición del informe Covid-19 y el mundo del trabajo, la OIT reveló que
la pandemia inflige un triple impacto sobre los jóvenes; que los pone en alto riesgo y condena el futuro económico de la sociedad en su conjunto.
“No sólo destruye sus empleos, sino también su formación; y coloca grandes obstáculos en el camino de quienes buscan entrar en el mundo del trabajo o de cambiar empleo”, sostuvo.
La OIT pidió a los gobiernos y autoridades respuestas y políticas urgentes; acciones concretas y a gran escala en apoyo de los jóvenes.
Puntualizó que tales estrategias deben incluir programas amplios de garantía de empleo y formación en los países desarrollados, así como medidas intensivas de empleo y garantías en las economías de ingresos medios y bajos.
En este contexto, la OIT señaló que 2019 –previo a la crisis del coronavirus– la tasa de desempleo juvenil cerró en 13.6% y ya era más alta que la de cualquier otro grupo pobla
cional.
Precisó que, al cierre de diciembre, se contabilizaron alrededor de 267 millones de jóvenes –uno de cada cinco a nivel mundial– que no trabajaban, ni seguían una educación o formación profesional.