El baile de los 41, un secreto a voces llega a los cines
La película no sólo vislumbra la homofobia, sino también el racismo y el clasismo de la sociedad, los cuales siguen perpetuándose en nuestro país Basada en hechos reales, habla de una redada policial del gobierno de Porfirio Díaz contra un baile de homos
Retrata los hechos de la famosa redada a una fiesta travesti sucedida en 1901 durante el Porfiriato.
El baile de los 41 es una reflexión en torno a la discriminación histórica que ha sufrido la comunidad LGBT+, que retoma la historia de aquella redada policial que emprendió el gobierno de Porfirio Díaz contra un baile de hombres homosexuales el 18 de noviembre de 1901. Un episodio que fue escandalizado por la prensa mexicana y que también fue inmortalizado en una viñeta de José Guadalupe Posada en la que se lee: “Los 41 maricones”.
Los actores Alfonso Herrera, Emiliano Zurita, Mabel Cadena, así como el director David Pablos charlaron con Publimetro sobre el estreno de la cinta.
“Existe poca información sobre esta historia. En mi caso, fueron muy útiles ciertos libros como El exilio de Carlos Tello Díaz, que me hizo entender a profundidad este hecho histórico que era un tema tabú, me refiero a la ignorancia que existe del evento. Por otro lado, darme cuenta lo poco que ha cambiado la sociedad, porque se mantienen las mismas estructuras sociales que rigen el país. Hace 120 años ser homosexual implicaba vivir en la clandestinidad, implicaba no vivir en libertad y, probablemente, en muchas de las ocasiones... la muerte. Han habido avances en algunas entidades federativas, pero todavía hay mucho
camino por hacer en ese tema”, explicó Alfonso Herrera.
Para el director David Pablos, el poder abordar tabúes le permite provocar una discusión y evidenciar a la sociedad.
“Más allá de que es una historia que se ha mantenido al margen, no ha salido del todo a la luz, está muy presente, pero me emociona poder abordar un
tabú y ponerlo sobre la mesa. Me parece hermoso ver este proceso de los hombres vistiéndose de mujer y verlos desde distintas masculinidades. Una de mis escenas favoritas de la película es Alfonso Herrera vistiéndose de mujer, me parece una escena muy intimista, entrañable, es algo que, para gran parte de los hombres de este país, sigue siendo impensable conectar con un lado femenino, porque permitirse ser femenino ha sido –por mucho tiempo– mal visto. Por eso la cinta es una celebración a las relaciones amorosas y fraternales entre hombres”.