En rojo ¡Seamos corresponsables!
CÉSAR CRAVIOTO Comisionado para la Reconstrucción de la Ciudad de México
Hoy lo más importante es la salud y la vida. Todos conocemos a alguien que ha enfermado por Covid-19 o, lamentablemente, hemos escuchado de alguna persona que falleció. Los casos son cada día más recurrentes. Vivimos una situación muy riesgosa que ha tomado la vida de muchas personas en el planeta. Sólo en México el virus ha tocado a un millón 320 mil familias, y más de 118 mil personas han fallecido. El desborde en los contagios ya ha superado el pico más alto de mayo. Desde hace varias semanas el gobierno ha informado que está creciendo el número de hospitalizaciones. Por eso, como medida extraordinaria y para frenar el aumento acelerado de los contagios por Covid-19, la capital del país y su área metropolitana han vuelto al semáforo rojo hasta el 10 de enero próximo. Esto significa suspender todas las actividades económicas no esenciales. Los sectores que continuarán en movimiento son la construcción, la industria del alimento, transporte, telecomunicaciones, energía, servicios funerarios, fabricación y venta de medicamentos, talleres de reparaciones y refacciones, servicios tributarios, así como determinadas áreas del gobierno. El regreso a este nivel de alerta epidemiológica ha llevado al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, a comentar que el incremento en la capacidad hospitalaria ya se encuentra en curso, pero éste será siempre insuficiente sin medidas preventivas por parte de nosotros los ciudadanos. El cuidado de la salud es responsabilidad de todos, éste ha sido el llamado de las autoridades desde hace 15 días. Es decir, el gobierno está realizando su trabajo y todos debemos hacer lo que nos corresponde, pues el repunte de personas contagiadas y hospitalizadas es alarmante. La saturación en los hospitales ya llega al 75% en la zona metropolitana y sube al 78% en el caso de la Ciudad de México. Es entendible que los ciudadanos nos encontremos agotados mental y emocionalmente tras los largos meses de la pandemia, pero hagamos un esfuerzo adicional, pues ninguna consideración puede estar por encima de la salud y la vida.