Una carta de amor llamada COCO
El co director de ascendencia mexicana, Adrian Molina, y la productora, Darla K. Anderson, visitaron México para compartir los avances y todas las historias que rodean a Coco, la cinta de Pixar que celebra el Día de Muertos
¿Cuál fue su principal propósito al hacer Coco?
–Adrian Molina (AM): Hablando en representación de Lee, el director, sé que él siempre estuvo interesado e inspirado por todo el arte que gira alrededor de la celebración del Día de Muertos. Yo soy de Oakland y él de la bahía de San Francisco, entonces cada año que llega el día de la celebración vemos todas estas imágenes hermosas y a toda la gente que lo celebra. Yo creo que lo que más nos llamó la atención fue la yuxtaposición de las calaveras portando ropa hermosa con lindos colores; todo eso nos fue intrigando cada vez más para aprender todo lo que hay detrás y los significados de cada cosa. Así que cuando él y Darla decidieron empezar a investigar, sobre cómo se celebra y cómo se van heredando las tradiciones aquí en México, fue que llegamos a entender la esencia emocional de la celebración que es estar conectado con tus generaciones pasadas y recordar a tus seres queridos con alegría y con sentido del humor. En ese momento fue para nosotros toda una nueva forma de pensar acerca de la gente que vivió antes que tú, y cómo los reconocerías y cómo es que sus historias afectan tu presente. Creo que entender eso y que cuanto más aprendíamos y visitábamos México más nos entusiasmaba escribir una historia al respecto.
Viendo las imágenes de los lugares que ustedes visitaron y las fotografías que tomaron, podría parecer que la paleta de color para esta película sería algo caótico, ¿cómo lo manejaron? –Darla K. Anderson (DA): (señalando al logo) Así. (Risas).
–AM: Eso es lo maravilloso de esta celebración. Queríamos que toda la película se sintiera como se siente México porque es algo único. En Pixar somos
un grupo de artistas, así que siempre tenemos un ojo para las cosas que son hermosas y que transmiten algún sentimiento en la cinta y mucho de la cultura de México y de la celebración del Día de Muertos cuando lo ves en un pantalla, ¡canta! Hay brillos y es tan magnífico ver cómo se ilumina la pantalla con los colores y las caras y las flores… – DA: Además todos estos años que hemos estado trabajando en la película, la habitación destinada al arte de la película recibía a todos los que la visitaran con esta magnífica inmersión a los intensos colores con los que estábamos trabajando. Éramos la envidia de los demás equipos porque tan sólo de entrar en esa habitación, se contagiaban de la alegría de nuestro proyecto.
¿Qué tanto español aprendieron en el proceso?
– DA: (Risas) Adrian habla español. – AM: Tomé cuatro años de español en la preparatoria y mi madre habla español pero no lo hablaba mucho en la casa. Sin embargo, durante todo este tiempo que hemos trabajado en la película, le he estado llamando todas las semanas para preguntarle por palabras en español y empezamos a hablar en el idioma. He estado aprendiendo más, me ha encantado. Esta película me ha dejado dos cosas: aprender español y a tocar la guitarra. Ha sido una gran oportunidad para aprender el lenguaje de México, de la música, del Día de Muertos y cuanto más lenguajes aprendes, mejor narrador te vuelves porque puedes relacionarte con muchas más experiencias.
–DA: Yo estudié español en la universidad y viví en Guadalajara durante un tiempo cuando era más joven. Así que pude recordar algo de mi español.