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Ataque en Pulse: las familias un año después de la tragedia

En la conmemorac­ión del primer año de los hechos ocurridos en Orlando, Florida, el 12 de junio de 2016, los familiares de las víctimas recuerdan a sus seres amados y comparten con Publimetro sus relatos

- DAVID CORDERO MERCADO Metro World News

Aunque pareciera que sucedió ayer, ha pasado un año desde el ataque en la discoteca gay Pulse en Orlando, Florida. Sin embargo, no existe tiempo transcurri­do para el dolor de los que sobrevivie­ron la tragedia y las familias de los que allí perdieron la vida.

Cerca de las 2:00 de la madrugada del 12 de junio de 2016, un hombre identifica­do como Omar Mateen entró armado con un rifle de asalto semiautomá­tico en Pulse.

Una lluvia de disparos estremeció la pista de baile. En una llamada al 9-1-1 el responsabl­e de los hechos afirmó que actuó en nombre del grupo terrorista Estado Islámico. Esa madrugada, Mateen le arrebató la vida a 49 personas y dejó heridas a otras 53.

William Sabad Borges se encontraba en Pulse junto con su cuñada Yilmary Rodríguez y varios amigos cuando sucedieron los hechos.

“Nos íbamos. Estábamos hablando de lo que íbamos a comer después de irnos de ahí. Estabamos en la salida y lo que recuerdo fue que caí. Cuando recupero el conocimien­to es que me doy cuenta de que algo está pasando. Estoy escuchando los tiros. Hay cuerpos. No me puedo mover. Busco a Mary (Yilmary). Es lo único que recuerdo, buscando a Mary, gritando ‘Mary’. Los tiros no dejaban de sonar”, relató William.

“Veo que una muchacha se levanta más al frente. Ahí entonces decido salir por la parte de atrás, que fue la única salida que vi. Salgo por el patio. A ella le disparan y cae al suelo. Yo no me di cuenta de la magnitud de lo que estaba pasando hasta que salí”, explicó Borges, de 29 años.

Desde afuera, vecinos del área donde está ubicada Pulse atestiguar­on el suceso. “Como a eso de las dos de la mañana, se escucharon como fuegos artificial­es que sonaban y después se escucharon un montón de sirenas y gente gritar, pidiendo auxilio. Las luces de los helicópter­os empezaron a alumbrar todo el lugar. Traté de ver qué era lo que estaba pasando, pero ya habían cerrado la calle. Gente corría sangrando”, relató Alejandra Hernández, de 20 años. Alejandra perdió dos amigos esa madrugada.

Aturdido por lo que estaba sucediendo y herido de bala, William alertó a su mamá sobre lo que estaba pasando y se comunicó con ella vía FaceTime.

“Fue desesperan­te, porque escucharlo a él gritar ‘Mami, me dieron dos tiros’ fue desesperan­te porque yo me sentía de manos atadas”, relató Maricelly Colón, madre de William.

“Ella era un balance perfecto”

Horas más tarde de lo sucedido, fue confirmada la muerte de Yilmary Rodríguez, de 24 años y madre de dos niños de 7 años y 3 meses al momento de los hechos. Maricelly, abuela de los menores, asumió la encomienda de madre de los niños.

“Mary todo lo hacía conmigo, como enseñándom­e: ‘Esto es lo que yo quiero que hagan con mis hijos’. El trabajo que Mary hizo como mamá fue excelente”, expresó Maricelly, añadiendo que Yilmary “es una pérdida irreparabl­e”.

“Ella era un balance perfecto”, apuntó William, también cuñado de Yilmary.

“Ella era perfecta, la mejor madre. A Mary le daba tiempo para todo en la vida. Era buena esposa, era una mujer excelente”, dijo Maricelly.

Los hechos ocurridos en Pulse fueron catalogado­s como un acto terrorista y crimen de odio. Se trata del peor ataque en Estados Unidos desde el 11 de septiembre de 2001 y la peor matanza masiva con un arma en la historia del país.

“Todavía yo no he aceptado que se haya ido. Quizás me estoy imaginando que él todavía está por allá (en la Florida) y como hacía dos años que yo no lo veía, pues todavía no he asimilado bien la muerte de él”, expresó, por su parte, María Rivera, la madre de Eric Iván Ortiz Rivera, una de las víctimas fatales.

María, quien reside en el municipio de Dorado, visitaría a su hijo en julio de 2016. También irían la hermana de Eric y sus sobrinos. Serían las primeras vacaciones de familia luego de mucho tiempo. “El 3 de julio íbamos para allá a pasar las vacaciones con él y un mes antes se nos fue”, explicó la madre.

“Yo lo veo en todo, en el pájaro que está volando, en todos lados, yo sé que él está”, añadió Frances Ortiz, hermana de Eric.

Madres unidas por el dolor

La noticia del ataque no tardó en llegar a los familiares de los que se encontraba­n en Pulse. Desde tempranas horas de la mañana se habían publicado cifras preliminar­es de fallecidos, pero la esperanza se mantenía viva en las listas de heridos que habían sido trasladado­s al hospital. En medio de esa búsqueda, el dolor unió a un grupo de madres.

“Nos encontramo­s todas en el mismo dolor, porque todas coincidimo­s y nos apoyamos unas a otras. Para mí, ellas son la luz que está en el fondo del túnel que te dice: ‘ Todo va a estar bien. Todo va a pasar’. Ellas me entienden, porque ellas son mamás. Ellas también perdieron a sus hijos”, expresó Dimarie Rodríguez, madre de Jean Carlos Nieves Rodríguez.

Precisamen­te el domingo, el grupo de madres se reunió, como suelen hacer desde que la muerte de sus hijos las unió. Juntas conmemorar­on el primer año de la partida física de sus hijos. Sin embargo, la presencia de sus criaturas las acompañan. El recuerdo constante, las alegrías, las vivencias junto a sus hijos las consuelan. Mayra Alvear, la mamá de Amanda Alvear, también acudió al encuentro.

“Ella me manda muchos mensajes y los cardenales rojos aparecen en mi casa. Los pajaritos vienen mucho y cantan en mi casa. Cuando salgo a veces veo en las nubes los corazones”, explica.

“Me he puesto en mi mente que quiero luchar por ella. Quiero seguir dando mensajes de amor, de parar el odio, que conviertan el 12 de junio en un día de esperanza”. Mayra Alvear, madre de Amanda Alvear, una de las víctimas.

 ?? | DAVID CORDERO MERCADO ?? En un evento privado para los familiares y sobrevivie­ntes, el Centro Histórico Regional del Condado de Orange inauguró una exhibición dedicada a Pulse y las 49 víctimas del ataque terrorista y crimen de odio.
| DAVID CORDERO MERCADO En un evento privado para los familiares y sobrevivie­ntes, el Centro Histórico Regional del Condado de Orange inauguró una exhibición dedicada a Pulse y las 49 víctimas del ataque terrorista y crimen de odio.
 ?? | DAVID CORDERO MERCADO ?? Willliam Sabad Borges, uno de los sobrevivie­ntes. Lo acompañan su madre Maricelly Colón y su sobrino Sergio. La madre de Sergio, Yilmary Rodríguez, y Jariel, hermano de William, murieron en el ataque.
| DAVID CORDERO MERCADO Willliam Sabad Borges, uno de los sobrevivie­ntes. Lo acompañan su madre Maricelly Colón y su sobrino Sergio. La madre de Sergio, Yilmary Rodríguez, y Jariel, hermano de William, murieron en el ataque.
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