DELFINES, INDUSTRIA EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
Ahora que vienen las vacaciones, gran parte de la clase media estará comprando fotos con mamíferos marinos, principalmente delfines. Apúrese, porque esta industria que hoy genera más de 15 mil empleos directos, está en peligro de extinción.
En abril, el Partido Verde propuso reformas a la Ley General de Vida Silvestre, que prohibió que esta última generación de mamíferos marinos en cautiverio pueda reproducirse. Sin esta reproducción, se espera que los últimos mamíferos mueran en un horizonte de 30 años.
La industria carece de incentivos para seguir alimentando a esos mamíferos por más de 20 años. Mantener cada uno cuesta más de un millón de pesos anuales. Hoy la industria mantiene 302, con peso y talla superiores a las de los mamíferos en libertad, además de que viven más años y en mejores condiciones.
Los empresarios representados por la Asociación Mexicana de Hábitat para la Interacción y Protección de Mamíferos Marinos no parecen preocupados. Ante las próximas sesiones de la Cámara de Senadores para ratificar la prohibición, no parecen haber hecho más que un par de comunicados. Sus intereses están a salvo, pues las empresas son globales ahora.
Dolphin Discovery, la líder en esta industria, cuenta con delfinarios en Estados Unidos, Italia y El Caribe, así como planes para continuar la expansión. Con los intereses de los empresarios a salvo, los mexicanos debemos preguntarnos por dos temas principales, los 15 mil empleos directos y decenas más de indirectos que la industria produce, y el destino de los animales.
Al gobierno de Quintana Roo, encabezado por Carlos Joaquín González, no parece importarle. La preocupación de un gobierno se plasma en su agenda, en su relación con legisladores, y la iniciativa se aprobó en fast track, alianzas de por medio en el futuro próximo de la elección del Estado de México, la cual se aproximaba. Hasta ahora, el gobierno no ha hecho, ni dicho más.
Por los mamíferos, hay una discusión. La gran mayoría de estudiosos opina que los animales deben permanecer en libertad en el océano.