Caso de corrupción involucra a partido amistoso de México-España en 2010
El partido amistoso que sostuvieron las selecciones española y mexicana en 2010, después del Mundial de Sudáfrica, en el Estadio Azteca, se encuentra bajo investigación. Esto se dio a conocer tras la detención de Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) por parte de la Guardia Civil española en el marco de una operación anticorrupción.
Su detención, al igual que la de su hijo Gorka Villar y del secretario de la Federación tinerfeña, Ramón Hernández, fue ordenada por la Audiencia Nacional.
Los delitos por los que fueron detenidos son administración desleal, apropiación indebida, corrupción entre particulares, falsedad documental y posible alzamiento de bienes en relación con la organización de partidos internacionales después de ganar la Copa del Mundo en 2010.
Entre los partidos que están bajo sospecha son: el México-España del 11 de agosto del 2010; contra Argentina, el mismo año. En 2011 ante Venezuela y Costa Rica; además de Qatar (2013), Bosnia (2016) y Corea del Sur (2016).
Fue a principios del año
pasado cuando se iniciaron las pesquisas después de una denuncia formulada por el Consejo Superior de Deportes (CSD) en la que acusaba al máximo responsable de la RFEF de impulsar la celebración de partidos entre la selección española de futbol y otras selecciones, consiguiendo contraprestaciones para la contratación de servicios y otras relaciones comerciales en beneficio del hijo de Villar, abogado experto en derecho deportivo.