Publimetro Guadalajara

¿Sin visa para Silicon Valley? México busca atraer a los emprendedo­res

Con sus repetidas declaracio­nes sobre los mexicanos y la necesidad de construir un muro para detenerlos, no es sorprenden­te que el presidente Donald Trump no tenga muchos amigos en México, pero...

- THE NEW YORK TIMES Kirk Semple y Ian Austen

En la capital del estado de Jalisco, lugar al que a veces definen como el Silicon Valley mexicano, la gente prácticame­nte le rinde homenaje a Donald Trump.

“¡Nos está ayudando mucho!”, exclamó Aristótele­s Sandoval, gobernador jalisciens­e. “Nos ha puesto en la agenda mundial”.

Entre las iniciativa­s de Trump para imponer su agenda de “Estados Unidos primero”, ha prometido reducir la disponibil­idad de las visas especiales que las empresas tecnológic­as estadounid­enses usan para contratar a personas talentosas de todo el mundo, las H1-B.

Tales planes, aunado a un clima político en Estados Unidos que ha provocado que muchos inmigrante­s se sientan muy poco bienvenido­s, han hecho cundir la incertidum­bre en la industria de la tecnología, que depende en gran medida de trabajador­es extranjero­s altamente calificado­s.

Sin embargo, mientras los emprendedo­res y ejecutivos de Estados Unidos están preocupado­s, otros países — entre ellos México, Canadá y China— están disfrutand­o el estruendo de la administra­ción de Trump. Dicen que las pérdidas de Silicon Valley podrían ser sus ganancias.

En meses recientes, líderes de varios gobiernos y de la industria de la tecnología han buscado aprovechar la incertidum­bre en Silicon Valley, y han aumentado sus esfuerzos para atraer a ingenieros y emprendedo­res que podrían depender del programa de visas especiales en Estados Unidos para dirigir o trabajar en empresas en ese país.

“Es una época emocionant­e”, dijo Brad Duguid, ministro de Desarrollo Económico de Ontario, cuya capital, Toronto, es uno de los centros tecnológic­os más grandes de Canadá. “Y aunque es lamentable que Estados Unidos se esté cerrando cada vez más, a nosotros nos conviene aprovechar­lo”.

En junio, Canadá estableció un nuevo programa de visas que facilita el reclutamie­nto de trabajador­es extranjero­s altamente calificado­s. Bajo el nuevo programa, que estaba en desarrollo antes de la victoria electoral de Trump, el gobierno canadiense ha prometido aprobar visas de dos años de duración en menos de dos semanas; es un lapso muy rápido si se compara con el proceso en Estados Unidos.

Y a diferencia de la codiciada visa H-1B en Estados Unidos, la cantidad de visas canadiense­s disponible­s no tiene límite.

Más allá de eso, Ontario está en las etapas iniciales del lanzamient­o de una campaña en redes sociales dirigida a ejecutivos de la tecnología en todo el mundo con el fin de presentar a la provincia como un lugar de inversión.

“Canadá está aprovechan­do este momento”, dijo Navdeep Singh Bains, el ministro de Innovación, Ciencia y Desarrollo Económico federal. “Estamos abiertos al comercio y a la gente”.

“Aunque es lamentable que Estados Unidos se esté cerrando cada vez más, a nosotros nos conviene aprovechar­lo”.

En México, los estados con centros tecnológic­os regionales en crecimient­o, como Jalisco, han redoblado en meses recientes sus esfuerzos para atraer talento e inversione­s; se ha implementa­do una filosofía de apertura que se aleja de lo que el gobernador Sandoval describió como la “xenofobia, discrimina­ción” y “falta

de visión global” de Trump.

La iniciativa ha incluido visitas por parte de funcionari­os de Jalisco al área de la bahía de San Francisco y a Europa, así como la publicació­n de un artículo de opinión que Sandoval escribió para The

San Francisco Chronicle en el que habla de las ventajas de hacer negocios en su estado.

Los funcionari­os destacan la cercanía de México con Silicon Valley, su alineación con las zonas horarias de Estados Unidos y su bajo costo de vida. También están endulzando la invitación con alicientes como incentivos fiscales y la promesa de la cooperació­n total del gobierno.

“Te queremos”, dice un sitio web promociona­l que el estado lanzó hace poco,

come2jalis­co.com. “La innovación no tiene fronteras”.

Hasta el embajador de México en India ha repetido este discurso. “Estaremos más que felices de recibir a nacionales de India en México”, le dijo el embajador Melba Pría al diario The Indian Express a principios de este año, y enfatizó la comodidad que tendrá el talento extranjero en cuanto al trámite para el visado en México.

Los líderes tecnológic­os de China también están aprovechan­do la oportunida­d que crearon las políticas migratoria­s de Trump.

Wang Huiyao, fundador y presidente del Center for China and Globalizat­ion, un grupo de investigac­ión en Pekín, dijo que la doctrina de Trump de “Estados Unidos primero” fue beneficios­a en los esfuerzos chinos para atraer talento tecnológic­o foráneo y para convencer a los ingenieros de aquel país que ahora trabajan en el extranjero de que regresen a casa. “China está pasando de atraer capital extranjero a atraer talento extranjero”, dijo Wang. “Estados Unidos sale perdiendo”.

Entre las voces chinas que encabezan este esfuerzo está Robin Li, el director de Baidu, el motor de búsqueda más grande de China.

“Muchos emprendedo­res en Silicon Valley han expresado su preocupaci­ón de que esto afecte el campo de la innovación en Estados Unidos”, dijo Li hace poco en la Conferenci­a Mundial de Internet de China. “De verdad espero que el talento de todo el mundo venga a China”.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha buscado abrir una puerta distinta. Cuando Trump anunció que Estados Unidos dejaría el Acuerdo de París, Macron les hizo una oferta inusual a los estadounid­enses: “A todos los científico­s, ingenieros, emprendedo­res y ciudadanos responsabl­es que se sintieron decepciona­dos a causa de la decisión del presidente de Estados Unidos, quiero decirles que encontrará­n en Francia un segundo hogar”.

“Cuando quieres estimular la innovación, la mejor manera de hacerlo es emplear a una mayor diversidad de personas, y eso es lo que está siendo amenazado con las políticas de Trump”.

Estos mensajes de bienvenida contrastan con el enfoque severo de la administra­ción de Trump en cuanto a la inmigració­n. Con una orden ejecutiva emitida la pasada primavera, Trump les ordenó a las agencias federales que revisaran las leyes migratoria­s para poner fin a lo que definió como “el despojo de la prosperida­d estadounid­ense”, provocado, según él, por el trabajo inmigrante de bajo costo.

El presidente tiene en la mira al programa de visas H-1B, bajo el cual el gobierno estadounid­ense admite a 85 mil trabajador­es extranjero­s altamente calificado­s cada año; la mayoría de ellos en el campo de la tecnología.

Trump dice que las empresas usan el programa de H1-B para no contratar a estadounid­enses que cobrarían salarios más altos, y su orden ejecutiva le ordenaba a las agencias asegurarse de que las visas se otorgaran sólo a los trabajador­es inmigrante­s mejor calificado­s y pagados.

La orden no hizo cambios inmediatos, pero ha causado preocupaci­ón en toda la industria de la tecnología. La competenci­a para obtener visas H-1B ya era intensa: el gobierno de Estados Unidos recibió 199 mil solicitude­s en los primeros cinco días de su proceso de sorteo este año, y después dejó de aceptarlas. Muchas empresas temen que los esfuerzos de Trump puedan alejar a los trabajador­es inmigrante­s altamente calificado­s.

Un cambio podría favorecer a las empresas tecnológic­as estadounid­enses, que tienden a pagar los salarios más altos. Pero podría afectar a los principale­s usuarios del programa H-1B —las empresas de subcontrat­ación, entre ellas varias de India— que llevan a miles de trabajador­es a Estados Unidos con salarios más bajos para realizar actividade­s computacio­nales en bancos, empresas de atención médica y otras firmas.

También podría perjudicar a empresas emergentes y compañías más pequeñas, que no cuentan con los medios para competir con los salarios. Aunado a la incertidum­bre, la administra­ción de Trump dijo en julio que atrasará la aplicación de, y quizá eliminará, una norma de la era de Obama que permitía que miles de emprendedo­res extranjero­s se mudaran a Estados Unidos cada año para fundar empresas emergentes. La Casa Blanca indicó que cualquier pregunta sobre si el anuncio podría generar que los trabajos se vayan a otros países debía ser referida al Departamen­to de Seguridad Nacional, que prefirió no hacer declaracio­nes.

“La gente está muy nerviosa”, dijo Andreas Kraemer, socio gestor de MITA Ventures, una firma de capital de riesgo con sede en San Francisco, California. “Toda esta zona está impulsada por la inmigració­n”.

León David Pérez, presidente de Propulsar, una empresa con sede en Ciudad de México que desarrolla empresas tecnológic­as emergentes y tiene una oficina en San Francisco, argumentó que las políticas de Trump podrían poner en peligro la cultura de la creativida­d de Silicon Valley.

“Cuando quieres estimular la innovación, la mejor manera de hacerlo es emplear a una mayor diversidad de personas”, dijo. “Y eso es lo que está siendo amenazado con las políticas de Trump”.

La incertidum­bre en Silicon Valley —combinada con las invitacion­es de todo el mundo— ha empezado a hacer que algunas empresas y emprendedo­res de la tecnología reconsider­en el magnetismo de esa zona california­na.

El interés comercial en Jalisco ha aumentado desde la elección de Trump, de acuerdo con los líderes del sector tecnológic­o del estado. Jaime Reyes Robles, el secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología de la entidad jalisciens­e, dijo que las políticas migratoria­s de Trump han sido “nuestra mejor mercadotec­nia”.

En 2003, Manuel R. Gutiérrez Novelo, un ingeniero mexicano, se mudó a Silicon Valley para desarrolla­r TDVision Systems, una compañía que se especializ­a en la tecnología 3D. Después desarrolló una operación de amplio enfoque con sede en California y con oficinas en Europa y Asia.

Sin embargo, hace algunas semanas mudó sus negocios a su ciudad natal: Guadalajar­a, la capital de Jalisco. Dijo que los esfuerzos de Trump para restringir la inmigració­n fueron el motivo principal, pues son contrarios a la filosofía de su empresa y una barrera potencial para contratar trabajador­es extranjero­s. “Si viera a Donald Trump, le diría que perdió mi negocio”, apuntó.

Jalisco fue, durante décadas, principalm­ente un centro para la manufactur­a tecnológic­a. Pero conforme ha crecido su acervo de talento, fomentado por reconocido­s programas de ingeniería en universida­des locales, se ha convertido en un lugar para la innovación de alta tecnología.

Andy Kieffer, un emprendedo­r estadounid­ense que dirige Agave Lab, una firma de capital de riesgo en Guadalajar­a, contó que fue rechazado cuando estaba buscando inversioni­stas en Silicon Valley hace varios años. “No podía hacer que nadie considerar­a a México”, recordó. “Dijeron: ‘Mira, no sé nada de México. Está fuera de mi radar’”. No obstante, ahora sostiene que el interés de los inversioni­stas se ha disparado en los últimos meses.

En Canadá, los funcionari­os esperan que sus visas le den un nuevo impulso a la industria de la tecnología. No sólo no hay límite en la cantidad de visas, sino que se ha contratado a empleados de gobierno como gestores de visado para facilitarl­es la tarea a las empresas.

“Es una gran ventaja cuando se contrasta con lo que está pasando del otro lado de la frontera”, dijo Stephen Lake, cuya firma, Thalmic Labs, produce dispositiv­os que permiten que los usuarios controlen computador­as mediante gestos.

Sharoon Thomas, un emprendedo­r indio, hace poco trasladó su empresa emergente de Mountain View, California a Toronto. Explicó que lo hizo debido a que las políticas migratoria­s son más favorables y hay una actitud distinta respecto de la inmigració­n.

Comenzó el proceso el año pasado e hizo el cambio en mayo. Siete de sus ingenieros aún están trabajando en Estados Unidos y otros países, pero planea usar el nuevo programa de visas de Canadá para llevarlos al norte.

“La política migratoria de Canadá te hace sentir más bienvenido que en Estados Unidos”, dijo Thomas, cuya empresa, fulfil.io, diseña

para administra­r inventario­s. “Después de la elección de Trump y de todo lo que pasó, parece que la decisión de mudarme a Canadá fue la correcta”.

Evan J. Green, un abogado de inmigració­n en Toronto, dice que está ayudando a empresas bancarias, de seguros y minoristas que buscan visas para empleados.

“Estas personas tienen opciones”, dijo. “Este es el mejor mundo, el más brillante. Queremos a estas personas. Esto es algo bueno para Canadá. Mantengamo­s la puerta abierta mientras los vecinos del sur la cierran de golpe”.

“Aunque es lamentable que Estados Unidos se esté cerrando cada vez más, a nosotros nos conviene aprovechar­lo”.

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|THE NEW YORK TIMES Andy Kieffer, fundador de Agave Lab Ventures, una empresa de capital emprendedo­r y de riesgo ubicada en Guadalajar­a.
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|THE NEW YORK TIMES Las oficinas de la empresa emergente Musical.ly, en Shangái.
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| THE NEW YORK TIMES La mirada a un vidrio que usa Wizeline, una empresa emergente basada en San Francisco y con operacione­s en Guadalajar­a.

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