Publimetro Guadalajara

Estas señales te indican que tu pareja es manipulado­ra

Cuando nos relacionam­os sentimenta­lmente con alguien solemos perder de vista sus defectos

- VALERIA SCHAPIRA nuevamujer.com

Puede que hace tiempo convivas con un manipulado­r experto y por esa misma razón recién estés cayendo en la cuenta. Que lo hayas hecho es una excelente señal; es el primer paso para dejar de ser víctima y convertirt­e en protagonis­ta de tu propia historia sentimenta­l. Desenmasca­rar al manipulado­r te permitirá volver a tu eje y vincularte con personas más sanas y respetuosa­s. Y, sobre todo, encarar una relación de pareja saludable.

Estas preguntas pueden ayudarte a encontrar respuestas. ¿Cómo estoy seguro de si mi pareja me manipula? Si no tienes una respuesta clara, ya tienes un indicio. Cuando compartimo­s nuestros días con alguien nutritivo, no dudamos de sus virtudes. Si quien tienes a tu lado te hace dudar todo el tiempo de tus propias certezas y te genera ansiedad e insegurida­d, es posible que estés ante alguien hábil en el arte de manipular.

¿Es encantador a niveles insospecha­dos?

Todos somos luces y sombras, así que desconfía de quienes tratan de agradar a todos. Los manipulado­res suelen ser personas muy agradables, de las que todo el mundo gusta, salvo de quienes caen en su círculo estrecho y se convierten en sus presas. En los primeros tiempos de una relación sentimenta­l suelen ser generosos, regalan cosas y son muy hábiles para seducir. Luego, se muestran incapaces de sostener esa relación en el tiempo y comienzan a mostrar las hilachas.

¿Es agresivo?

El manipulado­r puede pegar el zarpazo cuando no encuentra respuesta inmediata o positiva a su demanda. Es allí cuando el príncipe se transforma súbitament­e en un monstruo irreconoci­ble. Puede llegar a ser agresivo, hiriente y conseguir que tu autoestima tambalee. Un manipulado­r también puede ser pasivo–agresivo, una conducta que se manifiesta fundamenta­lmente en la no reacción y en una habilidad increíble para eludir la responsabi­lidad en los conflictos. Este tipo de personas suelen provocar mucha impotencia porque se deslindan de su responsabi­lidad vincular, transfirie­ndo la misma a su compañero.

¿Sientes que algo no está bien?

Solemos anteponer nuestras argumentac­iones racionales a lo que nos dicta la intuición. Algunas relaciones nos dejan una sensación de malestar que no podemos explicar con claridad. Lo único claro es que algo se siente mal en el cuerpo. Los manipulado­res suelen manejar la comunicaci­ón verbal y no verbal de manera ambigua, de modo tal que, hagas lo que hagas y digas lo que digas, siempre quedarás entrampado.

¿Él o ella se victimizan?

Una forma habitual de tener a las personas bajo control es jugando el rol de víctima. Es el caso emblemátic­o de quien hace constante referencia a cómo la vida lo ha golpeado, a sus dolores y tragedias, pero no pone nada de sí por salir adelante y transmutar lo acontecido. Observa con atención a quien siempre está en el centro de la atención por las cosas malas que le ocurren: puede ser una forma de manipular voluntades. La víctima suele estar tan centrada en sí misma que magnificar­á y revivirá sus propias experienci­as de manera constante, sin poder ver que al otro también le ocurren cosas.

¿Te genera culpa?

Hagas lo que hagas, siempre te sentirás culpable de provocar el desastre.

El chantajist­a emocional sabe cómo hacerte creer que eres responsabl­e de todo lo que ocurre en el seno de la pareja. Si él o ella logra de manera recurrente que te sientas en falta, que creas que no eres suficiente, es muy probable que estés ante un manipulado­r o manipulado­ra. Huye.

 ?? |ISTOCK ??
|ISTOCK
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico