Publimetro Guadalajara

Los sueños de un chef indocument­ado corren peligro por Trump

Suny Santana no llevaba mucho tiempo trabajando como cocinero en St. Francis, un lujoso restaurant­e ubicado en el corazón de Uptown, Phoenix, cuando su patrón se enteró de que era un inmigrante indocument­ado que había llegado desde México a los 12 años de

- Fernanda Santos

El momento y la suerte estuvieron del lado de Santana: su jefe, Aaron Chamberlin, le dijo que podía conservar su trabajo si encontraba la forma de legalizar su situación. Meses después, en 2012, el gobierno de Barack Obama comenzó el programa conocido como Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) que le otorgaba a los jóvenes inmigrante­s un permiso temporal para vivir y trabajar en Estados Unidos.

De inmediato, Santana solicitó el permiso y pudo progresar. Sus habilidade­s, hambre de aprendizaj­e y determinac­ión impresiona­ron tanto a Chamberlin que le ofreció ponerlo a cargo de un restaurant­e. Los dos planean abrir Taco Chelo, una taquería moderna donde Santana, de 24 años, será socio y jefe de cocina.

Sin embargo, esta vez tendrá que lidiar con un momento político muy distinto. El gobierno de Trump anunció que en seis meses finalizara el programa para los inmigrante­s a menos de que el Congreso actúe para impedirlo. Chamberlin dijo que esto no malogrará la inauguraci­ón de Taco Chelo, pero Santana sí está preocupado por el futuro de su sociedad y de la vida que se ha construido en Estados Unidos.

“Pensé: esto es el fin, el fin de todo”, dijo. “¿Ahora qué va a pasar conmigo?”.

La industria restaurant­era funciona gracias a los inmigrante­s, incluyendo a muchos que están en Estados Unidos sin documentos. El Pew Research Center calculó en 2015 que el 11% de todos los empleados de bares y restaurant­es en Estados Unidos no cuentan con autorizaci­ón para vivir y trabajar en ese país.

A menudo trabajan arduamente en diversas ocupacione­s manuales como lavar trastes, limpiar las mesas y cocinar los platillos por los que otros son elogiados. El sitio web de la Asociación Nacional de Restaurant­es de Estados Unidos describe una relación simbiótica, en la que “los inmigrante­s ganan una valiosa experienci­a laboral y acceso inmediato a oportunida­des”, mientras los restaurant­eros cuentan con una oferta de mano de obra lista y dispuesta. Anthony Bourdain, el chef y estrella de televisión, percibe otro lado de esta transacció­n. “Casi siempre que entro a una cocina nueva”, ha escrito en su blog, “un mexicano me ha cuidado, me ha ayudado y me ha enseñado cómo eran las cosas”. Para Santana, ese aprendizaj­e fue a la inversa. Chamberlin, un restaurant­ero que nació en una familia mormona en los suburbios de Phoenix, le enseñó a trabajar y asumió el riesgo legal de ayudar a un joven sin documentos migratorio­s.

Chamberlin, quien ahora tiene 44 años, contrató a Santana a fines de 2011 en St. Francis, el local que acababa de abrir en Uptown, el barrio donde están algunos de los restaurant­es más innovadore­s de Phoenix ( desde entonces Chamberlin ha añadido otro restaurant­e a su portafolio, el Phoenix Public Market Café, y tiene tres más por abrir, incluyendo Taco Chelo).

Santana le había proporcion­ado el nombre y número de seguridad social de un amigo, que no estaban reseñados cuando el restaurant­e los ingresó a E-Verify, una base de datos en línea que revisa la elegibilid­ad laboral de las nuevas contrataci­ones. Sin embargo, conforme pasó el tiempo, Santana se sintió mal por mentir y le contó a Chamberlin la verdad.

“Sólo sé sincero conmigo”, recuerda que le preguntó. “¿Tienes documentos?”. “No”, le contestó Santana, “pero quiero trabajar”.

Para entonces, Santana ya llevaba muchas semanas de trabajo arduo, y había acortado el tiempo de preparació­n de la salsa verde a la mitad. Chamberlin se enteró de que antes se había dedicado al tipo de trabajos que con frecuencia hacen los inmigrante­s mexicanos: construcci­ón de casas, instalació­n de techos de tejas, limpieza de piscinas y jardinería.

De adolescent­e, Santana vendía botellas de plástico y latas de aluminio que recogía de los contenedor­es de basura para no tener que pedirle dinero a sus padres. A los 18, ya se había graduado de la preparator­ia y se inscribió en

 ?? |THE NEW YORK TIMES ?? Suny Santana cocina un filete en la cocina del restaurant­e St. Francis.
|THE NEW YORK TIMES Suny Santana cocina un filete en la cocina del restaurant­e St. Francis.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico