10 VERDADES SOBRE TENER TRES HIJOS

Mi esposo y yo decidimos cerrar la fábrica después de nuestro segundo bebé. Pero un día, con los niños en casa de su abuela, casa sola para nosotros y una botella de vino, quedé embarazada por tercera vez.

Volvimos a cambiar pañales felizmente y, aunque nos cayó de sorpresa, ahora no puedo imaginar mi vida sin mi tercer integrante.

Tener hijos cambia las cosas y crea una dinámica llena de retos para los papás. Aquí algunas de las verdades de tener tres hijos:

Nadie te los quiere cuidar.

¿Te acuerdas cuando sólo tenías un bebé y tus tías y primas se peleaban por cuidarlo? Con tres hijos no puedes planear una escapada con tu marido, pues tus familiares son los primeros en huir.

Prepárate para adaptarte a cada una de sus personalidades.

No hay dos niños iguales. Con tres hijos debes adaptarte a sus gustos de comida y hábitos de sueño. No esperes que aquello que funcionó con uno te funcione con los demás.

A tu primer hijo le hiciste un hermoso álbum con cada foto en su primer año…

En cambio, no puedes recordar cuándo y cómo fue que tu tercer hijo empezó a caminar y sus fotos están guardadas en algún lugar de tu computadora.

Tienes más hijos que manos.

Esto es un gran problema cuando son muy cercanos en edad. Aprendes a usar rodillas, nariz y dedos de los pies como tercera mano.

Les prohíbes hablar durante los siguientes 15 minutos.

Sé que parece una locura, pero si no has estado atorada en el tráfico y escuchando a tres niños pelear, no sabes lo que es añorar 15 minutos de silencio.

Te parece que el mayor se veía más grande que los menores a la misma edad.

Cuando tu primogénito tenía seis años, te parecía un adulto. En cambio, cuando tu tercer hijo cumplió tres años, seguía siendo un bebé para ti.

Tu segundo hijo se siente menos.

Es inevitable. Tu hijo mayor tiene el orgullo de ser el primero en hacerlo todo. El pequeño tiene los beneficios de ser el bebé de la casa. La buena noticia es que los medianos se vuelven adultos creativos y adaptables.