Arrecia la violencia en los robos durante 2017
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2017, en cuatro de cada 10 denuncias por robos hubo violencia; es un aumento de 13% comparado con 2016 y 16% comparado con 2015.
Los delitos patrimoniales repuntaron este año. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, hasta el 31 de septiembre se habían denunciado a la Fiscalía estatal 29 mil 339 robos de los cuales 39% (11 mil 540) fueron con violencia, aumento de 13% comparado con 2016.
Según la Fiscalía, el año con mayor cantidad de robos fue 2013, cuando se reportaron 44 mil 370 incidentes. Desde entonces hubo una baja en las querellas; para este año, la curva va de nuevo hacia arriba.
En 2017 destacan los robos con violencia a peatones, negocios y vehículos, con dos mil 960, dos mil 545 y tres mil 996 ilícitos respectivamente, mientras que en los robos sin violencia sobresalen cuatro mil 080 a vehículos; tres mil 506 atracos a casas habitación y mil 355 a negocios.
Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), desarrollada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la extorsión, el fraude y los los robos al interior de vehículos (cristalazos) son los más frecuentes en Jalisco. En fraude han habido
cinco mil 329 denuncias y 419 de extorsiones.
Pero los datos serían más graves, ya que falta por calcular la cifra negra: según INEGI, sólo uno de cada 10 hechos se denuncian, por tanto, el número de actos delictivos se dispara exponencialmente.
Ante la escalda de atracos, el primer resultado es que la percepción de violencia e inseguridad se incremente a nivel localidad y estatal: según INEGI, en 2016, 60% de los tapatíos se sentían inseguros, para 2017 son siete de cada 10.
“Aunque los delitos de alto impacto como los homicidios o los secuestros generan incertidumbre en la población, los patrimoniales, los robos, las extorsiones telefónicas, afectan el espacio personal de la víctima. Es decir, cuando una persona es víctima de un robo se siente vulnerado en su entorno más próximo y la primera reacción es el enojo, la indignación y después la depresión incluso”, explicó Alicia Gálvez, psicóloga e investigadora del fenómeno de la violencia.
La investigadora destaca que hay un bombardeo constante de mensajes sobre la ineficacia de las autoridades para combatir a los delincuentes, “detienen a una persona y la liberan dentro del nuevo sistema de justicia, entonces el mensaje que se envía a la gente es de impunidad y por consiguiente que no se encuentran a salvo”.