PERDER POR TERCERA VEZ
El sábado 2 de diciembre Andrés Manuel López Obrador hizo una declaración de esas que nos hacen pensar que quiere volver a perder. De visita en Guerrero, López Obrador señaló que, si las víctimas de violencia están de acuerdo, como vía para pacificar una nación golpeada por los cárteles propondría una amnistía con los cárteles de la droga. “No descartamos el perdón”, señaló.
¿A qué se refiere con que no descartamos el perdón? ¿Es una licencia para delinquir, para traficar o matar? ¿Es hacer un pacto con los cárteles de la droga? ¿Es un borrón y cuenta nueva de la violencia que ha desatado el narcotráfico?
¿Qué pensarán los elementos de las Fuerzas Armadas? Ante esto los titulares de la Defensa, Salvador Cienfuegos, y Marina, Vidal Francisco Soberón, rechazaron la posibilidad de dar amnistía a los líderes del crimen organizado y señalaron que esa propuesta es inviable y propagandística.
Lo dicho por AMLO no sólo habla de un desconocimiento sobre un tema tan delicado como el de seguridad pública, sino de una insensibilidad descomunal ante una problemática que le ha hecho el mayor de los daños al país en los últimos 15 años.
No, señor López Obrador, no queremos amnistía con el crimen organizado. Lo que queremos es que se cumpla la ley; lo que queremos es que los delincuentes estén en la cárcel; lo que queremos es saber la estrategia de seguridad que propone.
Lo dicho por AMLO es muy grave y lamentable, como lamentable es también la manera en que sus seguidores lo defienden por el simple hecho de estar con él, argumentan una serie de sin sentidos. En ocasiones como ésta, lo más prudente es reconocer que se equivocó y no debatir con argumentos absurdos. A nadie le irá bien si se pacta con el crimen organizado, a nadie le irá bien si se otorga el perdón a los delincuentes.
López Obrador lleva más de dos décadas en campaña, si algo debería saber es que lo que diga está ante los ojos y los oídos de todos, de sus detractores y sus seguidores. No es tonto, ni un político improvisado, sin embargo, en ocasiones pareciera que tiene todas las ganas de volver a perder. Perder por tercera vez. Últimas palabras.
José Antonio Meade está en una razonable operación cicatriz con el PRI, sin embargo, tiene que acercarse a los ciudadanos pronto. La marca PRI hoy por hoy no es una buena marca.