DESEOS PARA 2018
En el primer momento de 2018, cuando sonaron las campanas y devoré diligentemente mis 12 uvas, pensé en mis hijos. En el año que empieza y los cambios que vienen con él. No sólo en México con las elecciones presidenciales; también en el mundo, con lo que siento es una nueva conciencia de justicia y resistencia.
Como dijo Oprah Winfrey en su discurso de los Golden Globes, un nuevo día está en el horizonte. Quiero pensar que, a pesar de que se avecinan tiempos difíciles, todos nosotros seremos más fuertes para hacerles frente. Imagino el mundo que deseo para mis hijos y las generaciones venideras: uno en el que las mujeres caminamos sin miedo y nuestro trabajo es valorado, en el que todos los niños y niñas tienen acceso a la vivienda, alimentación y a una educación de calidad.
Claro que, para alcanzar un mundo así, hay que trabajar por él. Todos juntos. Y creo que 2018 es un año decisivo en el que empezamos a hacerlo. Por eso, estos son mis deseos para este año:
1. Que las mujeres que crían a sus hijos solas encuentren el apoyo que necesitan. Que empecemos a crear más redes de mamás y papás para apoyarnos en las tareas de cuidados: se necesita una tribu para criar a un niño. ¡Más tribus en 2018!
2. Que los niños y niñas se dediquen a serlo: a reír, a jugar y a aprender, a su ritmo, cosas nuevas. Que ni un sólo niño sea explotado ni obligado a trabajar. Que cada uno tenga una cama caliente y segura dónde dormir, un espacio para jugar y la posibilidad de estudiar.
3. Que se termine la violencia contra mujeres y niños. Punto.
4. Que cada vez más papás conozcan la importancia de acercarse a sus hijos, de pasar tiempo con ellos, de escucharlos y abrazarlos. Nunca es demasiado cariño. No sólo las mamás cantan canciones de cuna, cuidan y consuelan.
5. Que se acabe la guerra de mamás y empiece la amistad. Hay que empezar a comprender que todas estamos en las mismas: no nacimos sabiendo cómo criar, pero es de mucha ayuda tener una amiga mamá para compartir información y apoyo.