Todo lo demás, una película para sacudir la cotidianidad y el poder
La cinta es protagonizada por Adriana Barraza. Ha recorrido varios festivales en el mundo y este 19 de enero se estrenará en México
Doña Flor (Adriana Barraza) es una burócrata. Lleva más de 35 años trabajando en una oficina gubernamental de la Ciudad de México, atendiendo a gente de todas las esferas de la sociedad mexicana: ricos, pobres, instruidos y analfabetas por igual.
Un día, su vida se trastorna y ella va a una alberca buscando consuelo en el agua, pero se ve paralizada por el miedo hasta que el gesto compasivo de una mujer la resucita. Una indagación de la vida interior de Doña Flor mientras despierta de su sopor burocrático y anhela volverse visible de nuevo.
Natalia Aldama, directora de la cinta Todo lo demás,
hace un guión que viene de su propia experiencia y de su encuentro con mujeres jubiladas, por lo que decidió realizar una ficción que habla sobre el universo femenino, a pesar de provenir de una carrera de documental.
“La película la terminamos hace poco más de un año y se estrenó en el Festival de Morelia, pero ya ha viajado por el mundo, y por fin se estrena en México, porque es importante que se vea en su país. Para mí, es interesante cómo el público extranjero y nacional tiene una relación muy distinta con
“Es muy padre que el cine de arte tenga un espacio en los cines comerciales. Es increíble cómo el cine puede decir tantas cosas” Natalia Aldama, directora
la película. Sin duda, es una película un poco sobre la mujer mexicana porque andamos en el metro, en el vagón de mujeres, siempre estamos buscando estos espacios muy femeninos, por decir algo; la vida de Doña Flor me interesa porque no hay mucho cine que se hace sobre la mujer”.
Agregó: “Y aquí hemos mezclado muchas cosas de documental y de trabajo con los actores y como maestra (Barraza) los va llevando de una forma muy interesante y ha sido padre combinar lo que yo tengo de documental y la ficción, y trabajar con una actriz que tiene tanta experiencia”, afirmó Natalia Almada.
“Lo más padre para mí, es que en lugares tan lejanos como Corea, el público me diga: ‘Soy Doña Flor’, eso me llega y da orgullo, porque hay algo del personaje, de su soledad, de su vida cotidiana, que interesa a los demás. Aunque es una mujer muy mexicana llena de burocracia, es un retrato de esa mujer que podrían ser muchas mujeres en el día a día”, detalló. Todo lo demás es un reflejo de lo que es México, con esos juegos de poder.
La historia, que se centra en el mundo interior de esta mujer, se ve complementada con la actuación de varios no actores.