TRABAJAR MÁS DE 11 HORAS DETONA EL RIESGO DE INFARTO; EN MÉXICO, LOS MÁS VULNERABLES
Trabajar más de 11 horas diarias y 55 a la semana incrementa las posibilidades de padecer depresión e infartos, indicó Rodolfo Nava, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Precisó que la mayoría de las legislaciones en el mundo establecen horarios laborales de 40 horas a la semana como máximo; sin embargo, la Ley Federal de Trabajo (LFT) marca 48 en nuestro país, lo que puede llegar a generar afectaciones orgánicas, psicológicas e, incluso, sociales.
Nava detalló que uno de los aspectos más preocupantes derivados a la sobrecarga de trabajo es el estrés, pues aumenta el cortisol, hormona que incrementa los niveles de azúcar y favorece la diabetes.
Según el experto, el problema se debe a que quienes organizan los esquemas laborales son los patrones y con pocos acotamientos por parte de la autoridad. Ellos establecen los horarios de entrada y salida, salarios, niveles jerárquicos en las empresas y las obligaciones de cada quien, al tiempo que entorpecen y frenan cualquier intento de impulsar mejoras en este ámbito.
Consecuencias
Para el experto, uno de los aspectos más inquietantes derivados de esta sobrecarga es el estrés, pues aumenta el cortisol; debilita el sistema inmunológico; causa problemas digestivos; estimula la secreción de ácido gástrico; eleva la presión arterial y ocasiona infertilidad, así como irritabilidad, palpitaciones, cansancio o dolores de cabeza permanentes, así como falta de apetito o gula, y alteraciones en los ciclos del sueño (esto puede devenir en fatiga crónica y en el menoscabo físico y anímico propios de esta condición).
México cuenta con una de las legislaciones más atrasadas en este punto –incluso Colombia nos supera–, al grado de que nuestra nación no reconoce como enfermedades laborales a aquellas derivadas del estrés, pese a toda la literatura médica al respecto y a sus notorios impactos en los individuos.