EL AMOR A TRAVÉS DE LA PANTALLA DEJA HUELLA
En la actualidad existe tal necesidad por la tecnología que un mensaje bonito al día parece valer más que una docena de cartas de amor
Sin remontarnos a tiempos de Romeo y Julieta, hubo una época en la que se escribían cartas de amor con tintas de colores a la persona que nos gustaba; poníamos corazones por todas partes y hasta un beso marcado con lápiz labial junto a la firma. Con suerte, conseguíamos su teléfono y esperábamos con ansias una llamada y que nos invitaran a salir.
En Nueva Mujer entrevistamos a la sexóloga y especialista en relaciones de pareja Betsy Reuss, quien habló sobre cómo la cult u r a digital y la tecnología han cambiado en las relaciones actuales. “Es una manera diferente de vivir las relaciones, el amor es igual pero la forma de llevarlo ha evolucionado. La dinámica está encaminada a cómo llevar una buena relación, aprovechando las tecnologías”, explica. Reuss afirma que el surgimiento y masificación de las nuevas tecnologías ha traído más beneficios que nada en cuestión de socialización, empezando porque permiten una comunicación más directa y versátil. Hoy, muchas personas han logrado fortalecer relaciones a distancia, mientras que otras incluso han encontrado a su media naranja a través de aplicaciones y demás redes sociales que permiten el intercambio de mensajes e imágenes.
“En una relación a distancia, la dinámica es diferente, especialmente hablando del tema sexual pues no estás físicamente con la persona”, explica Reuss. “Hay que ingeniárselas para mantener la llama encendida. Las fotos o un mensaje simple de ‘buenos días’ pueden ayudar a mantener a la pareja unida, pues es una forma de compartir momentos al instante”.
“En el ámbito emocional, la tecnología puede afectar a algunas personas, sobre todo, si tienen baja autoestima. Sin embargo, el estar segura de tu imagen y de la realidad te facilitará entablar una relación. Al final, uno puede beneficiarse de la exposición para llegar a personas que en otras circunstancias no podrías llegar”, explica. “El sentimiento de amor no cambia, lo que cambia es la forma en la que lo llevamos a cabo y cómo lo toma cada quién”, concluye la especialista.