Líder de secta, oculto en Vallarta, vivía como rey
Keith Raniere, líder de la agrupación de autoayuda Nxivm y de una sociedad secreta vinculada con abusos sexuales contra mujeres, habitó por cinco meses una villa donde la renta cuesta 10 mil dólares a la semana
Keith Raniere, líder de la agrupación sectaria Nxivm y acusado de múltiples abusos sexuales y vejaciones contra mujeres, llevaba una vida de lujos en Puerto Vallarta, en donde residía desde hace cinco meses tras huir de Estados Unidos.
Raniere, matemático de 57 años, escapó de Estados Unidos luego que un artículo de The New York Times reveló en octubre de 2017 la red de reclutamiento implementada por su congregación “de autoayuda”. Por medio de dicha red, el neoyorquino chantajeaba a mujeres para que tuvieran relaciones sexuales con él. Además, miembros de la agrupación cometían agresiones físicas y verbales contra las integrantes, ejemplo de ello es que eran marcadas con fierros calientes con las iniciales de Raniere.
El lider de la secta ya fue deportado a Estados Unidos y este martes fue presentado ante una Corte federal en Fort Worth, Texas, donde se le informó que sería extraditado a Nueva York para ser procesado. Con el argumento de que “existe riesgo de evasión y un peligro a la comunidad con vastos recursos”, se le negó derecho a fianza.
En octubre del año pasado y tras su salida de Estados Unidos, Raniere vivió poco tiempo en una zona residencial de Monterrey. Acudió a la capital neoleonesa para sostener una reunión con empresarios mexicanos en uno de los centros ESP. Posteriormente (y presuntamente apoyado por una red de socios de Nxivm), Raniere se trasladó a Puerto Vallarta e incluso su estancia en este lugar fue subsidiada.
Reportes de autoridades estadounidenses mencionan que Raniere vivió cinco meses en una villa en Vallarta cuya renta cuesta 10 mil dólares a la semana, en la exclusiva zona de Conchas Chinas al sur del municipio.
Testimonios señalan que además de lujos, Raniere compartía la villa con un numeroso grupo de mujeres a puerta cerrada. Trascendió que durante su detención, Raniere fue poco cooperativo e incluso, cuando era transportado, las mujeres con las que vivía persiguieron a las unidades oficiales.